La Alacena de Serrano renueva su carta
27 Octubre 2008 por Cucharete - Este artículo ha sido leído 30,326 veces
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Infanta Mª Teresa, 19
Madrid (Chamartín)
Concha Espina (Línea 9)
91 220 70 09
35 - 55
El Restaurante La Alacena de Serrano situado en la C/ Infanta Mª Teresa, 19 (Madrid), del cual disponéis de un amplio artículo basado en una cena de Cucharete, renueva su carta. Añaden nuevos y vistosos platos a su ya recomendable y exitosa oferta gastronómica, así como sabrosos postres que os mostraremos a lo largo de este capítulo. Como era de esperar, mantiene con orgullo sus 5 cucharetes, otorgados hace ya 13 meses por nuestro equipo. Sabores que no dejan indiferente al comensal basados en unas materias primas y una elaboración de excepción. Destacando esta vez su gran apuesta enológica, ofreciendo todos sus vinos a precio de coste y añadiendo únicamente el descorche (3 €).
AVISO: Este restaurante ya no existe.
Véase también: Restaurante La Alacena de Serrano - Artículo Completo
Cucharete: Quedó datada ya, hace más de un año, la visita de mi equipo a este excelente restaurante vasco del área de la calle Serrano. Razón suficiente para volver a realizar una nueva visita y comprobar la evolución que muchos de vosotros nos habéis ido relatando a través de los comentarios del artículo anterior. Sin duda, La Alacena de Serrano se merecía que volviésemos a degustar los sabores que brotan del ingenio de Carlos Rojas y Félix Celester.
Lo que más sorprendió a mis cucharetes en esta ocasión, fue la noticia sobre la decisión de la casa de crear una nueva carta de vinos, realizando el esfuerzo de bajar todos los precios de los mismos hasta su precio de coste, añadiendo únicamente el descorche (3 €). De esa forma, pudieron encontrar algunos ejemplos muy destacables, como un Valbuena Gran Reserva Vega Sicilia por 78 € (que suele superar los 125 € en otros locales), un Aalto Crianza por únicamente 30.50 €, o un Moet Chandon Brut Imperial por 32 €… ¡Magníficos precios! ¡Es la hora de pedir buenos vinos! Si ya este local era conocido por la posibilidad de combinar sus medias raciones (esta vez mis chicos volvieron a pedir 6 entrantes), ahora existen más motivos para tenerlo como una opción muy a considerar. Una oportunidad única para los amantes de los buenos caldos, encontrándolos a unos precios insuperables. ¡Qué estamos en un restaurante! ¡Y se aproximan a los de la tienda! Al igual que hace tiempo estalló la burbuja de las PuntoCom, y en estas fechas estamos con el estallido de la burbuja inmobiliaria, podríamos afirmar que La Alacena de Serrano da el pistoletazo de salida al desinfle de la “burbuja de los precios de los vinos en los restaurantes”. ¡Una gran iniciativa!
Y allí se encontraban Rayo, FlashBack y Ninillas. En su experiencia sintieron otra vez la calidez del salón iluminado por las luces tenues que le aportan esos característicos globos blancos que cuelgan de su techo. El resto del mobiliario seguía en su sitio con una ligera diferencia: ¡los bambús habían crecido!, y se encontraban mucho más atractivos. Vamos… Ese tipo de detalles que únicamente mejoran con el tiempo. Se respiraban de nuevo los 5 cucharetes antes de iniciar la velada.
Su salón superior también ha ganado desde la primera visita. La cristalera que lo separa del exterior ahora está completamente “desnuda” aportándole un toque distinto, especialmente durante las veladas. El resto seguía mantiendo su elegacia y orden característicos que ya ha creado estilo entre los clientes del establecimiento. En resumen, un ambiente agradable y tradicional con ligeros toques de vanguardia, como la exposición de obras de arte de pintores nóveles que ahora cuelgan de sus paredes.
Dentro del servicio por comensal se sirvió, como ya había ocurrido en el pasado, un aperitivo de Chistorra y Aceitunas, junto con diversos Panes de sésamo, amapola y aceituna negra, ideales para ir abriendo boca y acompañar el resto de las viandas. Además, todos venían ligeramente calientes, como a todos nos gusta poder saborearlos.
Apareció el primer entrante sobre la mesa, se trataba de un Pudding de Cabracho (media ración, ajustada a 3 comensales). Su presentación venia definida por la mayonesa con salsa americana, que combinaba perfectamente el color, y el polvo de aceituna negra que se esparcía por el resto del plato.
Como podéis ver, a Ninillas le encantó. Aunque ninguno de los tres cucharetes despreció ni uno solo de los pequeños panecillos de pan tostado que se servían en un cesto aparte. Sobre el plato, no llegó a quedar ni una sola pizca de pudding. Sin duda, nunca les diré que tomen fotos de los platos llegado el “después de”, ya que salvo muy contadas ocasiones, siempre aparecerían como recién estrenados. ¡Qué bien me comen estos chicos!
A continuación un plato ligero y original. Las Gambas Orly (media ración, ajustada a 3 comensales) venían luciendo una bonita coreografía sobre una cama de patatas paja. Peladas y rebozadas con una tempura suave que combinaba perfectamente con los productos del mar.
FlashBack disfrutó con este plato como el que más, mientras Rayo intentaba compararlas con aquellas de su tierra -la gallega- a las que tan acostumbrado se encuentra (y obviamente éstas salían perdiendo, qué le vamos a hacer). En resumen, que los tres las consideraron correctas, así como una opción muy acertada para compartir.
También se realizaba un estupendo juego de sabores con los Filetes de sardinas marinadas, guacamole y tomaca (media ración, ajustada a 3 comensales). Su nombre lo dice todo, varios filetes colocados en abanico terminado en una buena cantidad de guacamole, sobre una cama de tomaca y, todo ello, aderezado con unas cuantas huevas de salmón. Un plato sencillo, agradable y distinto, con el que esta vez, Rayo quedó muy satisfecho.
Los miembros de mi equipo se repartieron adecuadamente los filetes de sardinas marinadas sin olvidar cada uno de sus acompañamientos. Todos las disfrutaron.
Uno de los platos que más sensación causó fue la Ensalada de brotes con Queso de Cabra a la plancha aderezada con dados de manzana y su aliño de piñones y pasas (media ración, ajustada a 3 comensales). Fundamentalmente por su presentación, ya que el queso de cabra a la plancha junto con los dados de manzana y el aliño se sirven emplatados, mientras la ensalada se presenta en un gran vaso de cristal independiente. Así que pudieron jugar con ambos elementos al combinarlos cada uno a su modo. ¡Los tres tomaron este plato de manera diferente! Uno echaba el queso troceado en el vaso, otro lo del vaso en el plato, otro picoteaba de aquí y de allá…
Al anterior, le seguía el Cangrejo de piel blanda en tempura con juliana de puerro frito y salsa americana (media ración), que resultó ser una excelente elección. Ya que… claro, ¿quien puede resistirse a un cangrejo como éste? ¿Sin tener que pelearse con su caparazón y presentado de una manera tan atractiva? ¡Un plato que llama la atención en la mesa! Seguramente después de publicar este artículo, la sala de La Alacena de Serrano se llenará de cangrejillos. Además estaba bien rico, aunque no era sorprendente.
No falló tampoco el Steak tartar (media ración, ajustada a 3 comensales). Una estupenda carne macerada en aceite y soja que les vino perfecta como paso intermedio con el que irse preparando para los platos principales. A Ninillas especialmente le encantó.
Durante la velada degustaron, con las entradas, un Vino Blanco Viñas del Vero “El Enebro” D.O. Somontano del 2007 (a un precio de 11 € +IVA), un genuino Gewurztraminer. Y para los cursos principales, un Vino Tinto Arzuaga Reserva D.O. Ribera del Duero del 2004 (por tan sólo 28 € +IVA), un conocido Tinta Fina con un toque de Cabernet Sauvignon, diferenciado por un potente sabor a madera, perfecto para quienes valoren esta cualidad como elemento principal.
Rayo se decantó por un Atún rojo braseado con turrón de piña. ¡El carnaval de colores había llegado a la mesa! Una vistosa presentación para un atún rodeado de grosellas, moras, frambuesas… Sabrosas frutas del bosque que le llenaron de pleno junto con el turrón de piña natural y la crema de orejones.
Además, como podéis observar a continuación, se trataba de una ración más que generosa. El que se quede con hambre con este plato… ¡Es que come mucho mucho!
A FlashBack le atrajo especialmente de la carta, el Abanico de entrecot fileteado con láminas de foie y salsa de mostaza. Le encantó su presentación, que venía además completada con una guarnición de arroz salvaje con diferentes verduras.
Una elaboración en la que dominaba con claridad el sabor de la salsa de mostaza, por lo que resultó una buena idea el separar cada una de los finos filetes y combinarlos tanto con pequeñas cantidades de la misma como con el foie a la parrilla. Seguramente fue el plato que mejor combinó con el caldo elegido, a juicio de mi equipo.
Ninillas optó por el Rape a la brasa con verduritas de temporada. Buen pescado en su punto justo de cocción, acompañado de brócoli, coliflor, zanahoria, judias verdes… Una opción equilibrada y muy recomendable para aquellos que apuestan por los productos de mar.
Otra vianda generosa que no fue capaz de terminar. Y es que La Alacena de Serrano, es un restaurante que no escatima con la cantidad de sus raciones, sin poner en juego la calidad de las mismas.
Los postres llegaron aportando un gran desfile de color y vistosidad. Empezando con la Espuma de yogurt griego sobre pera confitada y helado de canela con polvo de galletas y piruleta. Muchísimos elementos, como indica su nombre en carta, combinados acertadamente dentro de un vaso con forma de barco.
De esas selecciones en las que no podemos evitar introducir la cucharilla hasta el fondo, y probar todo el conjunto de sabores al mismo tiempo. Tal y como FlashBack se encuentra a punto de realizar en la siguiente instantánea.
Para los más golosos y chocolateros, se ha reservado la Copa Reina de chocolate negro que le encantó a mi equipo debido a sus múltiples texturas: mousse, líquido, helado y perlas con una cubierta de peta-zetas que lo hizo aún más sorprendente.
A pesar de ofrecer tanto chocolate, queda muy lejos de ser considerado un postre empalagoso, ya que los peta-zetas (que todos recordamos de la infancia) jugaban con el paladar y ¡lo hacían incluso digestivo! “¡Estaba riquísimo! ¡RIQUÍSIMO!” Me decían mis chicos.
El Helado de violetas con yogurt, destacaba por la cremosidad que le otorgaba el yogurt griego y el contrapunto que suponía encontrarse con “carbón de Reyes” picadito.
¡Sí! ¡Ese mismo! El carbón negro de azúcar que nos traían los Reyes Magos cuando no habíamos sido buenos durante todo el año. Y el helado de violeta… ¡Delicioso! Preguntadle a Ninillas si la veis en persona… ya veréis.
No hay que olvidar que si algo caracteriza a La Alacena de Serrano son sus ganas de agradar a todos y cada uno de sus comensales, por eso nos ofrece una carta de postres con y sin azúcar, estos últimos perfectos para diabéticos, para que nadie se pierda la guinda final de una exquisita cena.
¡Cómo no! Unos cafelitos para la sobremesa. Buen café acompañado, como no podía ser de otra forma en La Alacena, por su esperada Teja con -riquísimas- piedrecitas de chocolate (incluida en el coste del pan y aperitivo: 2,50 € +IVA). ¡Si es que es ya un clásico! A pesar de la juventud del local.
Antes de marcharse, invitaron a todo mi equipo a una copa de Cava Rosado. ¡Qué mejor que terminar una velada de 5 cucharetes que brindando! Quedan muchas cenas todavía, muchos lugares por descubrir, muchos platos que degustar… ¡Ojalá disfruten tanto en el futuro como lo han hecho en La Alacena de Serrano!
Mi equipo esta vez cenó por 56 €/persona (tres personas con 6 entrantes -todos medias raciones ajustadas para tres-, 3 platos principales, 3 postres, agua y cafés. A lo que añadimos dos botellas de vino a un precio excelente de 11 € y 28 €). Obviamente un importe abultado porque la cena fue de órdago (como podéis ver en las imágenes), se cena perfectamente por 40 €/persona, pero mis chicos pidieron excesivos entrantes para hacer uso de las medias raciones (a mitad de precio +1 €) probando todo lo que se les antojaba.
Bajo nuestro punto de vista, mantiene con orgullo sus flamantes 5 cucharetes con el que fue calificado hace más de 12 meses. La Alacena de Serrano se afianza como un valor seguro cuando en una cena no puede considerarse la opción del fracaso. Y por supuesto, no hay que olvidar sus clásicos, esos platos que disfrutamos la vez anterior y que mantienen todavía en su carta, como el espectacular Cochinillo asado a baja temperatura en su jugo. ¡Qué recuerdos!
5,0
Véase también: Restaurante La Alacena de Serrano - Artículo Completo
14 comentarios a “La Alacena de Serrano renueva su carta”
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Flipante soy una enamorada de los vinos y me parece una pasada lo de su carta es algo que no creo que haya en mingun restaurante este fin de semana habra que hacerse una escapadita por alli gracias a todo el equipo de cucharete por descubrir estas maravillas.
soy un descubridor de este restaurante al que acompaño desde su apertura y no he encontrado otro que supere tanto la calidad y atencion,como asi tambien la prolija dedicacion de sus propietarios para ofrecerme siempre lo mejor…en fin sorprenderme.
Gran restaurante, habrá que acercarse a descubrirlo, sobre todo por la oferta de los vinos.
Los restaurante no deberian superar los 30€/ persona. De aqui a dos años van a desaparecer muchos de ellos que se habian subido “a la parra” de los 40-50€ persona, al igual que les ha pasado a todas las empresas de prestamos de dinero rapido.
Creo que sacar un 50% de beneficio es mas que suficiente, luego dicen de los bancos.
La medida de cobrar solo el descorche del vino me parece excelente y es un gran motivo para conocer el sitio, pero deberian realizar un esfuerzo y bajar a 30€ q no se come con cubiertos de plata ni servilleta de hilo.
En respuesta a James, quiero preguntarle, ¿tienes un restaurante o conoces el negocio o simplemente hablas por hablar? Apuesto por lo tercero. Margen y beneficio, aunque a tí te suenen igual, no tiene nada que ver. Lo que la naturaleza no da, Salamanca no lo presta. Es un refrán, por si no lo entiendes.
La semana pasada descubrí esta web y, al leer la crítica de la Alacena de Serrano, no pude evitar llamar corriendo para reservar. ¡Qué acierto!
Un restaurante como hay pocos en Madrid, donde el trato y el mimo al cliente hacen que te sientas como en casa. El detalle de las medias raciones y el precio de los vinos me llamaron la atención, pero lo mejor estaba por venir con la comida.
Buenísimas las aceitunas y la chistorra de aperitivo, muy suaves y finas ambas.
Fuimos 2 personas y comimos 4 medias raciones de primero, una entera y media de segundo y medio postre. Reconozco que nos sobró comida, tuvimos que dejarnos algo en los platos porque era una barbaridad.
De primero pedimos zamburiñas (pequeñitas pero buenísimas), croquetas (espectaculares las de espinacas, muy originales), ensalada de queso de cabra (a pesar de ser media ración nos trajeron 2 vasos con los bouquets) y la terrina de foie (de lo mejorcito que he comido últimamente, qué sabrosa y qué fina). Una pena los biscotes de acompañamiento, quedaría mucho mejor con pan tostado “de verdad”, aunque se lo comenté a Carlos y me explicó el por qué y me dijo que estaban en ello, que intentan solucionarlo.
De segundo yo comí cochinillo, buenísimo, con la grasa justa, una piel crujiente deliciosa y la carne tiernísima, hecha en su punto. Mi marido pidió atún con jugo de carne y mostaza. Yo no como pescado, pero reconozco que estaba espectacular. Su primera sensación fue que estaba demasiado hecho, pero al clavar el tenedor cambió de opinión: qué carne tan tierna, no hacía falta el cuchillo para cortarlo, se deshacía en la boca. Y la salsa, mmmm, qué cosa tan rica, le iba como anillo al dedo.
Yo no podía con el postre, pero mi marido no pudo evitar tomarse media copa Reina. Si os gusta el chocolate no dudéis en pedirlo, buenísimo.
No faltaron la famosa teja con sus piedrecitas de chocolate y los chupitos invitación de la casa.
Las medias raciones me parecen una idea genial para que podamos probar más cosas de la carta, toda ella apetecible. Son muy, muy generosas (en muchos restaurantes me han puesto raciones enteras más pequeñas que estas medias) y con un precio estupendo, la mitad + 1€, que en algunos sitio donde consigues que te pongan media te la acaban cobrando casi entera.
El vino nos lo recomendó Carlos, un Viña Tuenda roble (Ribera del Duero) de 12€ nada más. Otro detalle a tener en cuenta, que estoy un poco harta de que las “sugerencias” que te hacen algunos sumilleres siempre son de los vinos más caros de la carta.
El ambiente muy tranquilo, a pesar de que la planta baja estaba llena y afortunadamente nada formal. Estuvimos charlando un rato con Carlos y nos encantó la filosofía que tienen en su restaurante: se preocupan, y mucho, por el cliente.
En definitiva, un restaurante absolutamente recomendable donde seguro que nos vuelven a ver el pelo.
Hola,
en primer lugar mi enhorabuena por el blog.. lo descubrí hace unos buscando información sobre
referencia a otro restaurante.. me encantó vuestra página y desde entonces la sigo asiduamente..Cuando vi vuestro reportaje sobre la Alacena de Serrano me dije “qué buena pinta” y desde entonces ya he ido varias veces… las materias primas son de primera y el servicio excelente, sin duda uno de mis restaurantes favoritos de Madrid…
Gracias por el descubrimiento!!
Un saludo
El día 17 de Diciembre de 2008 estuve con dos amigos en La Alacena de Serrano, que decir de un restaurante donde lo primero que prima es la simpatía de sus empleados, se hace muy agradable estar cenando con unos amigos viandas de una alta calidad y estar atendidos de una forma tan agradable, siempre estan pendientes de los comensales, te recomiendan platos que cada cual mejor al anterior y un buen precio, yo lo recomiendo a cualquiera que quiera pasar una velada agradable cenando en compañia de amigos.
estuvimos ayer dia 6 de enero 2009 comiendo 14 personas
todo estuvo mal
desde la atencion hasta los servicios
el rabo de toro lo tuvimos que devolver despues de esperar mas de media hora para que lo sirvieran.
la racion de carabineros con cachetes de rape pequeñisima
vamos que me quise lucir y fue un fracaso
no lo recomiendo a nadie
He estado en La Alacena de Serrano y desde aquí quiero agradecer la amabilidad del personal. La comida es fabulosa y abundante, el pescado de primera calidad. Una de las cosas más importantes es la limpieza que tiene todo el restaurante incluso los baños tan difícil de encontrar hoy en día. Gracias por vuestra sugerencia
Fenomenal, no me esperaba que la comida fuera tan buena, el Rabo de Toro espectacular. Las recomendaciones del vino buenísimas y sobre todo el precio. Por trabajo acostumbro a comer en Restaurantes 4 veces a la semana y volveré a La Alacena.
Hola a todos:
Nuevamente visitamos la Alacena mi mujer y yo este viernes pasado y nuevamente salimos con una grata sensación, no ya sólo por el trato recibido, siempre cordial y amable, sino por la calidad y el manejo de la comida. En esta ocasión nos decidimos por algo de concha, berberechos y almejas, como entrantes y porteriormente por el exquisito cochinillo y el ábanico de entrecot todo ello regado por un Melquior cosecha familiar que no desentonaba con la cena.
Quizás las conchas no den para mucho lucimiento en la cocina, y sí para que prime el producto, los berberechos exquisitos y las almejas muy buenas, quizás un poco más hechas de lo que nos hubiese gustado y acompañadas de una salsita ligera bien trabada y de un sabor que particularmente me gustó mucho.
Qué decir del cochinillo, una vez más sublime en sabor y textura y respecto del entrecot, comentar que me pareció un plato bien compensado de sabores. Esa peligrosa salsa de mostaza daba unos toques sabrosos a la carne, muy buen género, y el acompañamiento con el Foie suavizaba todo en boca, por ponerle un pero quizás el foie un poco escaso para la combinación.
En fin, para seguir conociendo platos de la carta… ya volveremos.
Hemos ido tres veces y cada vez hemos salido mas encantados, hace un poco de tiempo que no lo visitamos por culpa de esta pertinaz crisis que nos esta afectando un poco, con un poco de suerte volveremos pronto a visitar a felix y a carlos que siempre que hemos ido nos han atendido divinamente y nos han impresionado con sus novedades .cucharetes, aconsejo que les visiteis y que les digais sobre todo a carlos que os gusta probar cosas, vais a alucinar. gracias por hacernos tan agradable la estancia en vuestro restaurante
Me parece el típico ejemplo del restaurante que no vale lo que cuesta. La cocina me parece buena, pero el precio es excesivo. Para pagar 60 o más € creo que hay que exigir, no sólo una excelente cocina, sino también una buena decoración, ambiente, servicio etc. Y este restaurante no pasa de una cafetería venida a más. Muy caro para lo que es.