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Lagasca, 48
Madrid (Salamanca)
Serrano, Velázquez
91 435 76 08
35 - 50
El Rincón de Goya es un acogedor, cálido y romántico espacio que destaca en pleno Barrio de Salamanca. Su exquisita y variada cocina de mercado consigue seducir una y otra vez a los paladares más exigentes. Este verano de 2012 sorprende a su clientela con la apertura de una seductora y singular terraza de verano en la que destaca una exclusiva y elegante mesa para cuatro personas que recorrerá Madrid de boca en boca. Resulta el restaurante ideal tanto para una inolvidable velada romántica como para una celebración especial. Dispone de dos comedores con capacidad para 40 y 45 comensales que pueden privatizarse previa reserva. Acompañando a las entradas de su carta, ofrecen un completísimo Menú Degustacíon -50 € +IVA- además de diferentes Menús de Grupo a partir de 46 € +IVA, aunque se pueden confeccionar a medida del cliente. Su horario de apertura es de 13:00h a 16:00h y de 20:30h a 00:00h. Cierra los Domingos por la noche.
5,0
Rayo: ¡Hemos regresado a uno de nuestros 5 cucharetes favoritos! Todos los años por estas fechas, hacemos un hueco para “re-visitar” un restaurante talismán para nosotros en el Barrio de Salamanca de Madrid, un romántico y novelesco espacio que hace años conquistó nuestros corazones -¡y paladares, claro está!-. Como muchos ya habréis adivinado observando la fotografía de la entrada, estamos hablando de ¡El Rincón de Goya! Nos sentimos verdaderamente a gusto en este “rincón” que se metamorfosea con gusto cada temporada: en 2010 lucía un ambiente elegante y diligentemente formal, en 2011 optó por un estilo atrevido, fresco e ibicenco y, ahora en 2012, nos sorprende con un aire más desenfadado a la vez que refinado. ¡Me encanta el cambio!
Nada más subir las escaleras que desde la calle nos llevan a la primera sala, observamos los primeros cambios en su imagen: Modernos focos de garaje “corroídos” -de ahí que estén a la última- iluminan ahora puntualmente los complementos del local; dos de ellos, sobre la renovada barra, marcan un espacio ideal para el primer cóctel de la noche -como podéis observar en la sección de Ninillas- mientras esperamos por nuestra mesa, ya que los fines de semana no resulta sencillo encontrar mesa libre si no es con reserva previa. También podemos optar por una caña de Warsteiner, una rubia alemana realmente sabrosa. Si os gustan las cervezas suaves… ¿A qué estáis esperando?
La barra luce imponente sobre una tarima de madera noble que la resalta más si cabe -no hay más que observar la fotografía para sentir una fuerza interior que nos guía a solicitar un Gin-tonic Premium de la ginebra que más nos apetezca-. El frente ha sido panelado con planchas de acero que le dan un toque actual que combina perfectamente con la atmósfera creada en exclusiva para este 2012, del que queda mucho todavía. ¡El Rincón de Goya es mágico! ¡Siempre lo ha sido! Y apuesto a que siempre lo será…
No se puede negar que su primer comedor ha evolucionado y progresado hacia un nivel superior. Fijaos en la elegancia que transmiten ahora los bajo manteles largos blancos que sustituyen a los anteriores floreados en tonos crema, así como en las sillas, cuyo cambio es ciertamente notable, pues ahora presumen de una vestimenta blanca -estilo piel- y se apoyan sobre un cilindro de acero muy llamativo en su parte baja delantera. ¡Cómo lucen ahora las mesas vestidas de gala en El Rincón de Goya!
La zona más próxima a las ventanas que dan a la calle Lagasca también ha ganado muchos enteros, ahora los bancos han sido tapizados cual sillones de lujo con unas telas acordes a la categoría del local. ¡Ya podemos cenar en la intimidad en “nuestro” lujoso salón de casa!
Es una auténtica delicia sentarse en El Rincón de Goya tanto por la tarde como por la noche: mesas amplias y espaciadas, asientos cómodos, iluminación cuidada, ambiente seductor… Y todo ello sin dejar de lado… ¡Una cocina estupenda!
Despiertan nuestra atención las pequeñas e innovadoras lamparitas de bombilla, que cuelgan de un estrecho tubito de acero como si de un cordel rojo se tratase. Resultan perfectas para marcar las mesas y que la oscuridad que las rodea proteja nuestra particular y privada aura de luz. El ladrillo visto, irradiado desde el techo por focos unidireccionales y centellados por los cientos de velitas que rodean todo el espacio, resulta fascinante. Las diferentes plantas que decoran el local se encargan de timbrar ese punto de vida que todo salón privilegiado necesita.
El mimo con el que la luz trata el salón del Rincón de Goya es capital, no existe haz que no acaricie un recoveco con ternura. Cada rincón tiene su punto: ya sea arriba, abajo, en la ventana, en la esquina… Da igual la mesa que esté disponible o la que esté ocupada, la que nos toque no nos defraudará. El conjunto es un hechizo en sí mismo, te seduce en todo momento.
Parte de la bodega del Restaurante El Rincón de Goya -protegida en todo momento a temperatura estable- resplandece de rojo enfrente mismo de los comensales. La mesa redonda -para cinco o seis comensales- que podéis ver en la siguiente fotografía resulta perfecta para disfrutar de una velada en grupo, manteniendo una conversación distendida entre todos los miembros. ¡Es una mesa perfecta para cucharetear con amigos!
La vajilla, cubertería y cristalería armonizan divinamente con el resto del atrezo blanco que viste las mesas. La nota de color corre a cargo de la esbelta “garita” de oro líquido que marca la mesa, y es contrastada sutilmente por una presumida pizarrita negra sobre la que reposará nuestra pieza de pan durante la degustación.
El perímetro del salón está íntegramente blindado por una milicia de coquetas velitas encendidas. La fotografía no recoge el centelleo continuo de las mismas, que crea un ambiente de lo más cálido y acogedor. ¡El Rincón de Goya es un restaurante para vivirlo en directo! ¡No cabe la menor duda!
Pero todavía queda mucho Rincón de Goya que enseñaros… El radiante y atractivo pasillo que veis a continuación nos lleva a otra sala más sorprendente si cabe: ¡Os va a costar decidiros por vuestra mesa cuando hagáis vuestra reserva! ¡Os lo aseguro!
Los arcos de ladrillo visto de este espacio camaleónico sedujeron al objetivo de la cámara una y otra vez. Las baldas iluminadas dan cobijo a la mayor parte de la bodega de este precioso restaurante del barrio de Salamanca en Madrid. ¡300 referencias tenemos a nuestra disposición! Un punto a destacar, es que los precios de los vinos en el Restaurante El Rincón de Goya están ciertamente ajustados, pues no nos encontramos importes prohibitivos en los más familiares y frecuentes, con el añadido de que podemos disfrutar de algunos de ellos por copas, una opción que cada día gana más adeptos.
Habitualmente, la bodega del Restaurante El Rincón de Goya luce anaranjada, mimetizada con el entorno, proyectando de esta manera una imagen elegante y distinguida. Un espacio selecto, prácticamente espiritual, bañado por el color que le confiere la madera a los reservas más prestigiosos. ¡Quiero una cueva como esa en casa! ¿Qué mejor lugar para que el vino sea el protagonista?
En otras ocasiones, por ejemplo en primavera y los meses de verano, el color conquista la bodega del Restaurante El Rincón de Goya: azul oceánico, verde hierba, rojo pasión, púrpura flor… El estado de ánimo del establecimiento cambia de tono según el día, aunque siempre podremos sugerir al maître nuestras preferencias y, si tenemos suerte… ¡Participaremos en la iluminación de la noche con nuestros deseos! En mi caso, que desde los “madriles” echo de menos cada día el mar de la Rías Baixas… ¡Me quedo con el azul!
Impresiona por su belleza el reflejo en el espejo de la bodega iluminada. ¿Verdad que es preciosa la siguiente fotografía? Este agraciado pasillo bien podría considerarse un lugar mágico… ¿Queréis ver hasta dónde lleva la madriguera del Conejo Blanco? ¡Seguidme!
Nos adentramos en un nuevo salón invadido por destellos: ¡Más de 300 velitas se encienden todas las noches en el Restaurante El Rincón de Goya! ¡Vaya lujo! Como podéis observar en la siguiente instantánea, las velas recorren todos los recovecos que deja el ladrillo visto centenario. Hay centelleos en todas direcciones, creando una atmósfera de relax sin parangón. ¡Me encanta este espacio!
En este salón es donde cenamos los cucharetes -en la mesa redonda del fondo-. Los amplios ventanales que podéis observar a la derecha de la imagen, se abren en verano para amplificar el espacio, y además este año, el Restaurante El Rincón de Goya nos sorprende con una nueva zona para uso y disfrute del comensal: ¡Una coqueta terraza exterior de verano apadrinada por docenas de plantas y velas! ¡Los fumadores lo agradecerán!
Las vistas exteriores se rinden a media luz, pues la penumbra conquista directamente a las parejas que deciden utilizarlas; mientras tanto, el interior del local luce una estampa en la misma línea que su predecesor, con mesas marcadas por poderosos focos que proporcionan una luminiscencia ideal para una velada inolvidable.
Mesas de cuatro, de dos, de cinco… ¡o incluso para grupos! No hay más que ordenar lo que se precisa para que El Rincón de Goya se transforme según las necesidades del cliente. ¡Hemos visto incluso organizar bodas en este espacio! La verdad es que la estampa bien lo merece, no pongo en duda en que una celebración de ese calibre en un lugar mágico como éste -con un número reducido de invitados- permanece para siempre en el recuerdo.
Las velas dibujan una seductora autopista de luz a lo largo de todo el perímetro del local. El que visita El Rincón de Goya por primera vez, queda encandilado por semejante “despliegue velero”. Las mesas están correctamente espaciadas, y la sensación de intimidad en las mesas de parejas está muy conseguida. ¡El Rincón de Goya es territorio para enamorarse! -Entre otras cosas-.
Una de las novedades de este verano de 2012 es su innovadora y bella terraza de verano exterior. ¡El año pasado no existía! El Rincón de Goya ha conseguido construir un espacio nuevo que linda con el jardín del patio del edificio contiguo. Del encanto que envuelve esta zona se encargan multitud de velas que centellean suavemente al compás de la música, arropando en todo momento a un mobiliario moderno y añejo que bien podría ser adquirido en una tienda de antigüedades -o en una chatarrería de un barrio de las afueras-. ¡Sillas y mesas de aspecto oxidado que hoy en día están a la última! No hay más que querer hacerse con unas para ver cómo debemos “aflojar” la cartera…
¡Es genial este espacio! ¡Me encanta la estampa! Puedes tomar una copa después -o antes- de la cena, puedes hacer una pausa en tu degustación si eres fumador para disfrutar de un cigarrillo… ¡Puedes incluso comer o cenar si lo deseas!
El acceso a estas mesas “vintage” exteriores por parte de los camareros se hace a través de los diferentes ventanales -cada mesa tiene el suyo-, por lo que resulta muy vistoso y un tanto peculiar. ¡Apuesto a que no existe otra terraza igual en todo Madrid!
La exclusividad en El Rincón de Goya la firma la siguiente instantánea: ¡Una mesa única en Madrid! Sin duda alguna, será el espacio más reservado durante este verano en el local. ¡Va a ser imposible conseguir cenar en esa mesa porque habrá cola de espera! Se trata de una mesa privilegiada para únicamente cuatro comensales que disfruta de una intimidad total. Se encuentra al final de la característica terraza, en un quiebro a la izquierda.
¿Estáis preparados para cenar en un cobertizo de lujo en pleno Barrio de Salamanca? ¡Ahora ya tenéis mesa! Hiedras trepadoras engalanan la madera que da cobijo a la tan solicitada mesa. Un refugio único que pasará de boca en boca y, con el tiempo, se hará famosa en la capital. No todo el mundo podrá presumir diciendo: “Yo he comido en la mesa del cobertizo del Rincón de Goya”. ¡Aprovechaos mientras podáis! ¡Que las noticias vuelan!
La carta del Restaurante El Rincón de Goya está repleta de manjares -14 entradas en la sección “Para compartir”- entre los que destacan sus platos degustación. Estas recopilaciones de sabores constan de cinco entradas en una misma vianda y se sirven por persona, con el aliciente de que permite al comensal probar cinco de sus platos más representativos de una sola vez: ¡Una idea fantástica! Además, la carta del Rincón de Goya también nos permite ordenar medias raciones, lo que en muchas ocasiones podremos utilizar para disfrutar más de su cocina, por ejemplo, ordenando por persona dos medias raciones de primeros y dos medias de platos principales, lo que hará que nuestra velada de cuatro platos sea todo un lujo.
Son 6 las “Ensaladas” que refleja su carta y 4 las “Pastas y arroces” disponibles. La sección de “Carnes” viene determinada por 12 referencias y la de “pescados” por 8 variantes, estas dos últimas también se ofertan con sus respectivos platos degustación, que permiten disfrutar de tres de sus pescados -o tres de sus carnes- por persona en un mismo plato. ¡Nosotros nos aprovechamos de esta circunstancia y por supuesto que los pedimos!
También se puede optar por un largo y completo Menú Degustación -50 €- que hará las delicias de todos aquellos que quieran probar un poco de todo sin molestarse en elegir de la carta. ¡El Rincón de Goya te ofrece mil y una posibilidades de degustación!
Esa noche, los cucharetes éramos cinco: Roberto, Vanesa, FlashBack, Ninillas y un servidor. Nos sentamos en la mesa redonda del fondo del segundo comedor y lo primero en lo que nos pusimos de acuerdo fue en el vino que regaría nuestras entradas: ¡Una botella de rosado semidulce Finca La Estacada 2010! Este vino de aguja de la Tierra de Castilla me encanta; se trata de un tempranillo elaborado con parada de fermentación, que da lugar a su característica aguja natural semidulce: ¡Tremendamente fresco y equilibrado! ¡Me gusta mucho este vino! Como os muestra Ninillas en su sección, este rosado lo sirven de aperitivo en El Rincón de Goya acompañando a los riquísimos daditos de Mouse de queso con dátiles envueltos en salmón, y a las redondísimas y sabrosas Croquetas de jamón. Nada más probarlo… ¡Pedimos una botella que nos acompañaría durante todos los entrantes!
Comenzamos con las viandas cuchareteras, y el Primer plato degustación que presentaba cinco de sus entradas hizo acto de presencia en la mesa. Constaba de un trocito de Terrina de foie francés con mermelada casera de manzana -muy rico-, unas rodajas de Pulpo asado con puré de patata y picada del mismo -que nos encantó y lo terminamos pidiendo como vianda completa aparte-, Ensalada de tronco de bonito escabechado -muy fresca y sabrosa-, Erizo de mar gratinado con holandesa y huevo de codorniz -espectacular, todo un clásico en el Restaurante El Rincón de Goya- y Langostino en tempura con puré de patata y picada de pulpo -tendrían que aprender de esta vianda muchos japoneses de la capital para saber cómo se hace una tempura-. Este plato degustación está pensado para que una persona pruebe cinco de las exquisiteces del restaurante en un solo plato: ¡es una idea fantástica!
Como os había comentado anteriormente, los erizos de El Rincón de Goya son un clásico, no ha habido día que haya visitado el restaurante con amigos o familia y no los haya pedido alguno de mis acompañantes. Este manjar consta del propio erizo acompañado en su interior de una reducción de vino blanco, cebolleta, mantequilla y huevo de codorniz, y se come con una cucharilla. ¡No queda ni una gota de salsa con lo rico que está! Resulta una ración muy visual a la par que sabrosa.
Vanesa os muestra el Segundo plato degustación que oferta El Rincón de Goya en su apartado de “Entrantes”. Los cinco platos que lo forman son: Taquito de queso brie relleno de salmón ahumado -una acertada combinación de sabores-, Rollito crujiente de marisco y verduras -muy rico y crujiente-, Croqueta de hongos y carabineros -no hay más que ver cuales son sus ingredientes para imaginarse su sabor-, Cecina de kobe con ralladura de queso parmesano -muy bien curada, todo un manjar- y Ceviche -¡sabrosísimo!-
Después de haber probado el Pulpo asado con puré de patata y picada del mismo en el Primer plato degustación, no pude evitar pedir una ración completa como buen gallego que soy. ¡Y toda la mesa me lo agradeció! Es uno de los nuevos platos de este verano en El Rincón de Goya y se presenta muy bien arreglado. La pata de pulpo se trocea en rodajas y se acompaña de patata formando un bloque rectangular muy vistoso. ¡Riquísimo el pulpo! Las especias de su “picada” le dan un toque genuino y especial.
FlashBack optó en su selección por continuar con los Erizos de mar gratinados con holandesa y huevo de codorniz… ¡Si es que merecen mucho la pena! Como éramos cinco, cogimos uno cada uno y… ¡Pa’ dentro! No me canso de ver este plato, y mucho menos de disfrutarlo.
Roberto, después del éxito del Primer plato degustación, se decantó por los Langostinos en tempura con puré de patata y picada de pulpo. La verdad, es que están deliciosos; buena materia prima y excelente elaboración. ¡La salsa, para mojar pan!
Cambiábamos de tercio y los platos principales serían la próxima parada cucharetera de la noche. Para regarlos, elegimos un Viña Real Crianza 2008 de las Bodegas Cvne. Un tinto de la D.O.C. Rioja a base de tempranillo, garnacha y mazuelo con un mínimo de 12 meses en barrica de roble francés y americano que no alcanza los 17 € por botella. ¡Fantástico para un restaurante como el que nos ocupa!
Continuando la misma dinámica de los entrantes, comenzamos ordenando un Plato degustación de pescados: El Atún rojo de almadraba fileteado con vinagreta de trufa, soja y cebolla roja resultaba una vianda excelente, una combinación de sabores en perfecta armonía realizada con esmero y delicadeza, el Lomo de merluza con crema de erizo y socarrat de verduras magistral, presumiendo de buena materia prima, y los Chipirones rellenos de brandada de bacalao y salsa de pimienta roja estaban exquisitos. Tres viandas en un solo plato que merece muchísimo la pena. Todo un acierto los platos degustación por persona en diferentes secciones de la carta en el Restaurante El Rincón de Goya.
Desde este ángulo podéis apreciar mejor los chipirones. La vajilla utilizada para los platos degustación es rectangular y de gran tamaño, de ahí que la cámara necesite dos disparos para inmortalizarlo como se merece.
Vanesa os enseña el enorme Plato degustación de carnes. ¡Sí! ¡Ese plato es para una persona! De ese modo El Rincón de Goya permite disfrutar de multitud de sabores carnívoros en un único pedido. Las tres carnes que nos encontramos son: Tira de secreto ibérico a la parrilla sobre puré de berenjena -yo, que soy un adicto al secreto ibérico, qué os voy a decir de este plato…-, Carrillada de ternera caramelizada al horno con patatas paja -fantástica de punto-, y Albóndigas de ternera y colitas de cangrejo con patatas paja -dos cucharaditas de cerámica de lo más sabrosas-. ¡Tres en uno!
Aquí me tenéis posando para la fotografía cucharetera con un Tournedó de solomillo con hongo natural a la plancha en su jugo. ¡Muy tierna la carne! En la sección de Ninillas podéis verlo en primer plano en todo su esplendor. Los carnívoros de pro no os cortéis, pedidlo que no os defraudará. El Viña Real le iba que ni pintado.
Delicioso el Pichón de caserío deshuesado al horno con manzana braseada que os enseña FlashBack. Si os gusta la carne de caza y vuestro organismo necesita hierro… ¡No hay nada mejor que la carne de pichón! Lo preparan sinceramente bien en El Rincón de Goya, y combina sabiamente con la manzana braseada. ¡Me encanta este plato! Ninillas lo considera obligatorio y lo apunta en su lista de imprescindibles. Por mi parte, es una de mis viandas preferidas de este restaurante.
Deleitaos con este primerísimo plano de la Hamburguesa de solomillo de ternera con foie y salsa de mandarina. ¡No es una hamburguesa cualquiera! Es la única hamburguesa gourmet que ofrece el Restaurante El Rincón de Goya. Merece la pena disfrutar de un toque diferente en el amplio “espectro hamburguesil” que conquistó la capital este año. Esta hamburguesa -acompañada de patatas paja- va más allá, y no deja a nadie indiferente: ¡Está buenísima!
Habíamos cenado como si de una celebración cucharetera de lujo se tratase, cinco entrantes y cinco platos principales. ¡Pero no nos podíamos ir sin disfrutar de los postres caseros que ofrece El Rincón de Goya! Así que, sin pensárnoslo dos veces… comenzamos con el Mi-cuite de chocolate caliente con crema azucarada de leche acompañado de chocolate blanco. ¡Una sobremesa que no podéis dejar escapar! El chocolate está tremendo de la muerte y la crema de leche es un manjar divino. ¡El Rincón de Goya seducirá a todos los chocolateros con este postre! ¡Está perfecto de punto! ¡Delicioso!
Fijaos en el tamaño del postre que os muestra Vanesa, se trata de un Cubo de tres chocolates sobre bizcocho tierno de cacao y crema de café acompañado de helado de vainilla que está buenísimo. ¡Son generosísimas todas las raciones en el Restaurante El Rincón de Goya! ¡Incluso las de los postres! La crema se vierte sobre los dados en la mesa, como os enseña Ninillas en su sección.
Los Creppes rellenos de mouse de limón y piña natural caramelizada son una delicia. ¡No sabría con qué postre quedarme! Podéis tener la seguridad de que, pidáis el que pidáis, no os defraudará. ¡Todos deliciosos! Si es que incluso en las fotos pueden “olerse”…
Además de un suave y digestivo Sorbete de limón al espumoso manchego que os muestra Ninillas, pedimos también un Cremoso tierno de vainilla y bourbon con leche de pan de especias y helado que resultó ser todo un acierto. ¡Madre mía qué rico estaba eso!
Pusimos broche final a una velada cucharetera excepcional como de costumbre, con unos cafés y unos tés que amenizaron la sobremesa. Era tarde, pero se está tan a gusto en El Rincón de Goya que el tiempo parece que se para. La mayoría nos decantamos por el Té de Mango -un sabrosísimo té negro chino, aromatizado con la más fresca de las frutas tropicales-, aunque también visitó nuestra mesa un Taj Mahal para Roberto -té negó indio de profundo aroma con canela, naranja y pétalos de rosa- ¡Qué bien se está rodeado de mil velitas encendidas en buena compañía!
Como ya todos sabéis, el Café LG 48 se encuentra justo debajo del Restaurante El Rincón de Goya, y resulta perfecto para prolongar un poquito más la noche acompañados de buena música con una copa, un gin-tonic o un cóctel -a gusto de cada uno-, así que, como buenos cucharetes fiesteros que somos… ¡La noche la terminamos allí!
La entrada del Café LG 48 no pasa desapercibida cuando la luna domina el Barrio de Salamanca, cuidadosamente iluminada, resalta con potencia entre los portales colindantes.
La barra del LG 48 desborda color por todas las esquinas, a la espera de servir cócteles acompañados siempre de una bandejita con nubes y gominolas… ¡Y eso sí que es un vicio! ¡Os lo aseguro! Nube por aquí, gominola por allá… siempre queda hueco para estos menesteres. ¿A que sí?
La tonalidad del ambiente varía durante la noche, primero verde, luego púrpura, después azul… Y los sillones se muestran engalanados con telas y mosquiteras blancas que te trasladan a otro lugar, distante… alejado de Madrid. ¡A quién no le apetece tomarse un cóctel ahí sentado! Resulta un rincón secreto de lo más sugerente e íntimo para parejas. ¡Y además con buena música y en ocasiones con actuaciones en directo!
Os recomiendo que, cuando estéis a punto de terminar la cena en el Restaurante El Rincón de Goya, aviséis al maître para que os reserve una mesita en el Café LG 48 si tenéis pensado tomaros algo allí, así no tendréis problema -si es posible, claro, porque se pone hasta los topes la mayoría de las noches, sobre todo en fin de semana-.
¿Qué os ha parecido esta última experiencia cucharetera? ¡Fantástico El Rincón de Goya! ¡Como siempre! Un 5 cucharetes en toda regla que no nos ha defraudado en ninguna ocasión y al que pensamos regresar una y otra vez. ¡Es un valor seguro si se desea quedar bien! Un espacio romántico y mágico del Barrio de Salamanca que cautiva los paladares de todos aquellos que caen en sus redes, embelesados por un hechizo de luz que magnifican sus cientos de velitas encendidas simultáneamente. Un restaurante del que siempre llevas una tarjeta en la cartera, lista para recomendárselo a todos los conocidos.
Ninillas: Supongo que no es sólo cosa mía, pero hay sitios en los que tengo la sensación de estar en mi propia casa. Entras, y es como si todo fuera tuyo, te sientes cómodo para ir de un sitio a otro. Te sientas, y es como si ésa fuera tu mesa de siempre. Pues bien, estas impresiones me han acompañado desde la primera visita que hicimos al Restaurante Rincón de Goya a finales del 2009. Desde entonces y hasta el día de hoy, es uno de mis habituales y, si sigue así, cosa de la que estoy segura, seguirá siéndolo, es más, seguiré considerándolo como mi segunda casa, hasta que pongan camas y ya pueda quedarme a dormir allí, algo que no me extrañaría porque es un restaurante que se está renovando continuamente, a cada visita las cosas cambian, es como si el local evolucionara al tiempo que el comensal que lo visita lo hace también. Pero todo esto os lo voy a contar detalladamente recorriéndolo de nuevo, y para ello qué mejor que empezar por su hall, iluminado con esta fantástica lámpara de aires orientales. No me negaréis que es preciosa.
Su barra continúa ubicada en el mismo lugar que antes, pero su aspecto se nos presenta más moderno y actual mostrando un frente de acero que se acompaña por unos elegantes taburetes, ideales para sentarse y tomar un cóctel o una cervecita mientras se espera por los más rezagados, que “haberlos haylos”.
Adoro a mis amigos, pero esta adoración es directamente proporcional a la impuntualidad que ellos manifiestan. Por eso, es de agradecer una zona de espera como la que nos presenta el Restaurante Rincón de Goya, que por cierto, también se ha puesto manos a la obra y ahora nos ofrece una coctelería de primera. Vanesa, Rayo y yo dimos buena cuenta de ella a base de un Cosmopolitan, un Margarita lavanda y un Gin-tonic de Bloom con schweppes, que se servía con fresas. Los tres a cada cual mejor, todo depende de los gustos. En cuanto al precio, muy ajustados para la zona, 10 € cada cóctel.
El Restaurante Rincón de Goya cuenta con dos comedores. El primero de ellos es el que os muestro a continuación, está situado justamente al lado de la zona de la barra y tiene capacidad para 40 comensales y, como podéis apreciar en la siguiente fotografía, se distribuyen con un espacio más que considerable entre ellos. Desde luego, el Rincón de Goya es un cinco cucharetes en todos los aspectos.
En la zona derecha de este primer comedor las diferentes alturas juegan un papel muy importante, y consiguen darle volumen al espacio, de tal manera que, desde cualquier punto, tienes visible toda la sala mientras que tú conservas la intimidad.
El ladrillo visto rodea toda la estancia creando un espacio acogedor y agradable que se ve reforzado con una iluminación de corte intimista que brinda privacidad, pero también permite ver lo que te sirven en el plato. La lamparita que ilumina cada mesa te consiente precisamente eso, aislarte del resto de mesas y centrarte en tu compañía. Es un entorno perfecto, lleno de seducción.
El toque romántico del Restaurante Rincón de Goya viene de parte de sus velitas. Cada noche se encienden más de 300 velas para crear este ambiente tan especial e íntimo y, por qué no decirlo, mágico. Y es que, puedes encontrarlas en todos y cada uno de sus rincones. Hasta el último recoveco que permite su ladrillo visto se ve iluminado por una velita. La piel que cubre la pared a media altura otorga más calidez y elegancia al conjunto, si es que esto es posible.
Las plantas también juegan un papel importante en este primer espacio, consiguiendo dividirlo visualmente. Por si la privacidad no era suficiente, aquí tenéis más. Yo creo que no hace falta decirlo, pero por si acaso: ¡Me encanta el Rincón de Goya!
Nosotros os estamos enseñando el restaurante por la noche como un local perfecto para una cena romántica a la luz de las velas o, por qué no, una reunión con amigos -como fue en nuestro caso-, pero el Rincón de Goya es mucho más, y es que, ese carácter tan privado que muestra en cuanto la luna hace acto de presencia cambia radicalmente a la luz del día, cuando la luz invade todo el espacio y sus mesas se llenan de comidas de empresa y hombres de negocios dispuestos a disfrutar de una buena comida mientras se discuten temas laborales. Ya veis, es el mismo restaurante, pero sabe amoldarse a todas las situaciones.
Es precisamente esa versatilidad la que le lleva a ofrecer a los comensales todas las configuraciones de mesa que uno pueda necesitar. De dos, de cuatro, de seis… Redondas, cuadradas… Incluso, si la situación lo requiere, se puede privatizar uno de sus comedores. Como veis, de todo y para todos los gustos, pero siempre pensando en la comodidad y en la intimidad del cliente.
El acceso del primer al segundo comedor se hace atravesando su fantástica bodega que se nos presenta con diferentes tonalidades dependiendo del día, pero siempre con buenos vinos y a unos precios de lo más asequible. El Rincón de Goya cuenta con una extensa carta de vinos donde se ofrecen más de 300 referencias. Una carta variada donde además de las Denominaciones de Origen más representativas del panorama nacional podemos encontrar también otras no tan conocidas de países extranjeros.
Del azul intenso se puede pasar perfectamente al púrpura. Toques de color para una bodega que se muestra cambiante con cada nueva tonalidad. Rayo os muestra en su sección esta camaleónica cava en todas sus gamas de color. No sabría con cuál quedarme.
Tras recorrer su bodega nos encontramos con su segundo comedor -con capacidad para 45 comensales-. Su línea decorativa sigue la misma tónica que la primera zona de sala, pero aquí todo el encanto que envuelve al Rincón de Goya se ve reforzado aún más con sus vistas a la terraza.
Ladrillo visto, modernas lámparas metálicas que marcan todas y cada una de las mesas, velitas que surcan entroncados caminos hasta llegar al techo… Todo eso, unido a una agradable música de fondo hacen del Rincón de Goya un local agradable, tranquilo y tremendamente exquisito. Elegancia y distinción van de la mano de la comodidad y el confort, creando un ambiente tremendamente íntimo. Uno se sienta y… ¿Quién piensa en marcharse?
Al igual que el primer comedor, en éste también podemos encontrar mesas para cualquier número de comensales, lo cual resulta ideal para poder elegir espacio dependiendo de tus gustos.
Las velitas que recorren todo el perímetro de la estancia parecen ir todas ellas en peregrinación hacia la madrugada, como si supieran que al llegar la hora mágica su vida se apagará y serán otras las que ocupen su lugar.
Las mesas del Rincón de Goya se nos presentan elegantemente vestidas con bajo-mantel y mantel blancos, por supuesto, de tela, acompañados por una cristalería, cubertería y vajilla acordes a la categoría del local. Rematan el conjunto una fina aceitera y, cómo no, una velita que marca la mesa.
Hasta aquí, el local como habréis podido observar no ha cambiado su configuración, todo sigue la misma distribución, aunque eso sí, ha cambiado su estilo. Ahora bien, la gran novedad que el Rincón de Goya nos tiene preparada para este verano 2012 es su coqueta terraza. Sí, habéis leído bien, el restaurante ha montado una preciosa terracita ideal para tomar unas copas o fumarse un cigarrito sin necesidad de salir del establecimiento.
La terraza cuenta con unas cinco mesas de estilo “vintage”, tan en boga hoy en día, que le dan ese aire retro y al tiempo muy actual. Yo me senté en una de sus sillas y allí se estaba fantásticamente, y no fui la única, porque otros comensales hicieron lo mismo e incluso se tomaron allí una copita.
Por supuesto, las velas y las plantas van recorriendo toda la terraza haciéndote sentir cómodo y relajado mientras ves como resplandece el destello de la vela en la oscuridad.
En el único recodo de la terraza, el Rincón de Goya nos presenta la mesa más exclusiva e íntima del restaurante. Se trata de una mesa para únicamente cuatro comensales, pero… eso sí, aislados totalmente del resto del mundo, tan sólo las plantas que cuelgan de las paredes oirán las confidencias que en ella se cuenten. Rayo os muestra más imágenes de tan singular espacio.
Como habréis podido observar, el Restaurante Rincón de Goya seduce a cada paso, pero además de hacerlo visualmente, también lo hace gastronómicamente, porque no olvidemos que… ¡Estamos ante un Cinco Cucharetes! Y esto implica que en este restaurante todo va acorde, tanto continente como contenido. El Rincón de Goya nos propone una cocina de mercado que va cambiando conforme lo hacen las estaciones. Con sus secciones Para Compartir, Ensaladas, Pastas y Arroces, Pescados y Carnes, uno dispone de una amplia gama de variedades capaces de convencer hasta el más exquisito de los paladares. Además, ofrecen la posibilidad de pedir medias raciones en prácticamente casi toda su carta. Cuentan también con un completo Menú Degustación por 50 € +IVA, así como diferentes menús de grupo elaborados según las necesidades del cliente.
Comenzamos nuestra cena cucharetera, y qué mejor forma de hacerlo que sirviendo el pan. Se nos presenta en tres variedades: normal, integral y de aceitunas negras -el que elegimos casi todos, ¡riquísimo!-.
Para la cena de aquella noche nos reunimos cinco personas: Vanesa, Roberto y los tres cucharetes. Lo primero que hizo acto de presencia nada más sentarnos a la mesa fue el aperitivo ,compuesto por una riquísima Mouse de queso con dátiles envuelto en salmón y unas Croquetas de jamón perfectas de sabor y textura, además de nada aceitosas. Para acompañar el aperitivo, una copita de Finca La Estacada 2010. Un vino rosado un poco achampanado que hizo las delicias de todos los allí reunidos, tanto es así que fue unánime la decisión de que fuera éste y no otro el vino que acompañara a nuestros entrantes, así que tras acabar el aperitivo nos pedimos una botella.
Una de las novedades que el Rincón de Goya nos presenta en esta nueva carta es la inclusión de platos degustación tanto en su sección de entrantes como en sus secciones de carnes y pescados. Decidimos pedirlos para así probar más cosas, y como algunas ya sabíamos de sobra que estaban deliciosas también las pedimos como platos individuales. En la siguiente imagen os muestro el Primer plato degustación de la noche. Consistía en una Terrina de foie francés con mermelada casera de manzana, Pulpo asado con puré de patata y picada del mismo, Ensalada de tronco de bonito escabechado, Erizo de mar gratinado con holandesa y huevo de codorniz y Langostino en tempura con puré de patata y picada de pulpo. Como veréis, la ración es generosísima y el contenido es el idóneo para poder probar muchas cosas y hacerse una idea de la propuesta gastronómica del restaurante. La verdad es que de las cinco variedades que nos traía el plato degustación no sabría con cuál quedarme, porque todas y cada una de ellas eran deliciosas.
El Segundo plato degustación de la sección de Entrantes consistía en un Taquito de queso brie relleno de salmón ahumado, un Rollito crujiente de marisco y verduras, dos Croquetas de hongos y carabineros, Cecina de kobe con ralladura de queso parmesano y Ceviche. Nuevamente, si hubiera tenido que quedarme con uno de ellos, la elección habría durado toda la noche, porque absolutamente todos estaban riquísimos.
El Pulpo asado con puré de patata y picada del mismo ya lo habíamos probado en el Primer plato degustación, pero sabíamos que era una exquisitez y por eso también lo ordenamos en nuestra comanda como plato individual. En la fotografía podéis apreciar que tiene una pinta magnífica, pero os puedo asegurar que su aspecto se queda corto si se compara con su sabor. Uhmmmmm… El pulpo, perfecto de punto, se presenta acompañado por un puré de patata solidificado, como si fuera un flan, sobre el que se dispone por encima una picada del propio pulpo con especias. Se trata realmente de un imprescindible.
Otro de los platos que no puede faltar son los Langostinos en tempura con puré de patata y picada de pulpo. Un plato donde se une la excelente materia prima junto a una fantástica elaboración de la tempura. Un plato ideal para compartir.
Y qué os puedo decir de estos Erizos de mar gratinados con holandesa y huevo de codorniz… Que son sencillamente exquisitos, tremendamente cremosos y que a cada bocado se deja sentir en el paladar el intenso sabor a mar. Fijaos si constituyen un plato tan imprescindible en el Rincón de Goya que nosotros los pedimos ¡SIEMPRE!
Los entrantes nos habían encantado, tanto es así, que a todos se nos hacía prácticamente imposible quedarnos con unos u otros. Es lo que tiene hacer las cosas bien. Para los platos principales, volvimos a caer en la tentación de los platos degustación. El primero de ellos fue este Plato Degustación de Pescados, consistente en Atún rojo de almadraba fileteado con vinagreta de trufa, soja y cebolla roja, Lomo de merluza con crema de erizo y socarrat de verduras y Chipirones rellenos de brandada de bacalao y salsa de pimienta roja.
Todos riquísimos, porque la materia prima era excelente y la elaboración y punto de los distintos platos era perfecta, pero hubo uno que aún así nos encandiló a todos: el Atún rojo de almadraba fileteado con vinagreta de trufa, soja y cebolla roja. Ya lo habíamos probado en anteriores ocasiones y no defrauda nunca. No sé si es el magnífico atún con el que trabajan o la perfección de su vinagreta, o puede que el potente sabor de la trufa que contrasta con la acidez de la lima, o puede que sea el conjunto de todo ello, pero os aseguro que este atún es otro de los imprescindibles en el Rincón de Goya.
El Plato Degustación de Carnes estaba integrado por Tiras de secreto ibérico a la parrilla sobre puré de berenjena, Carrillada de ternera caramelizada al horno con patatas paja y Albóndigas de ternera y colitas de cangrejo con patatas paja.
Aunque todas las degustaciones de carne nos gustaron, sin duda alguna una sobresalió sobre las demás, y ésa fue la Carrillada de ternera. Nos encantó. Iba terminada al horno, pero con cada bocado se notaba esa ternura que sólo se consigue tras largas horas de cocción a fuego lento, mostrándose sabrosa y muy melosa. En definita… ¡Imprescindible!
En un primerísimo plano, os presento el Tournedó de solomillo con hongo natural a la plancha en su jugo. Ideal para los amantes de la carne, sabroso, tierno y muy jugoso. Llevaba como guarnición -además de la salsita de hongos- unos pimientos de piquillo que le iban como anillo al dedo.
Roberto os muestra otro de los platos imprescindibles del Rincón de Goya: Hamburguesa de solomillo de ternera con foie y salsa de mandarina. Siempre que me preguntan dónde está la mejor hamburguesa de Madrid, respondo que no se encuentra en una hamburguesería, sino en el Restaurante Rincón de Goya. Es una hamburguesa súper especial que se elabora con un 70% de solomillo de ternera, un 20% de grasa y un 10% de cartílago. Sobre ella se dispone un excelente foie, también pasado a la plancha vuelta y vuelta y, con cada bocado que te metes en la boca, te das cuenta de lo que es una auténtica hamburguesa gourmet. ¡Riquísima!
Del Pichón de caserío deshuesado al horno con manzana braseada sólo puedo decir que estaba soberbio, tremendamente jugoso y pleno de sabor. Además, la manzana braseada suponía la guarnición perfecta para tan exquisito bocado.
El transcurso de los principales lo regamos con un Viña Real Crianza 2008 de la Bodegas Cvne. Un tinto que entraba de maravilla y que presenta una excelente relación calidad/precio -17 € por botella-. A mí personalmente me encantó.
Como podéis imaginar a tenor de las imágenes que os hemos mostrado, a estas alturas de la cena alguno y alguna -entre las que me incluyo- tuvieron que desabrocharse un poquito/bastante el cinturón. Pero claro, es que en el Rincón de Goya las raciones son enormes y todo está tan rico que no eres capaz de dejar nada en el plato. Aún así, los postres había que probarlos, y os dejo constancia de que lo hicimos francamente bien. Abrimos con este Mi-cuite de chocolate caliente con crema azucarada de leche acompañado de chocolate blanco.
El Cubo de tres chocolates sobre bizcocho tierno de cacao y crema de café acompañado de helado de vainilla fue, por unanimidad, uno de los postres de la noche. Tanto es así, que ya está en la lista de los imprescindibles. Fantástico juego de texturas que se unía a un sabor inolvidable.
FlashBack os presenta los Creppes rellenos de mouse de limón y piña natural caramelizada. Al igual que el anterior, lo metimos directamente en la lista de imprescindibles. ¡Qué ricos estaban!
El Sorbete de limón al espumoso manchego estaba delicioso y se bebía sin sentir, sin duda, puede ser el postre ideal cuando se hace una cena tan copiosa como la nuestra.
El último postre que llegó a la mesa fue este Cremoso tierno de vainilla y bourbon con leche de pan de especias y helados. Es un postre exquisito, pero pienso que es un postre más enfocado a compartir -o bien para los muy golosos-, de lo contrario puede resultar empalagoso. Aún así se acompañaba por un cremoso y delicioso helado de vainilla que aligera bastante esa sensación de pesadez.
La sobremesa se vivió acompañada de unos tés, cafés cortados -tés a 2,80 € +IVA y cortados a 2,50 € +IVA- y de risas y buena conversación, el fresco del patio interior entraba por las puertas de la terraza y en el restaurante se estaba divinamente. Tanto es así que nos costó mucho levantarnos, sin embargo, el hecho de saber que al lado mismo estaba el Café LG 48 y que allí podríamos seguir nuestra conversación tranquilamente, sirvió de acicate para conseguir que abandonáramos el Restaurante Rincón de Goya. Me despedí con un “hasta pronto” y nos dirigimos al local de copas.
La mejor manera de acabar una cena tan sobresaliente como la que nosotros disfrutamos en el Restaurante Rincón de Goya es, sin duda alguna, con unos cócteles bien elaborados en un local donde se puede bailar y al mismo tiempo charlar tranquilamente sin temor a que te estallen los tímpanos.
El Café LG 48 es precisamente eso, un local agradable y cómodo donde el blanco y azul rellenan visualmente todo el espacio. Un sitio donde poder sentarse mientras se toma algo, sin prisas y al abrigo de la música de moda. Además, cuenta con una especie de reservado donde pareces estar más aislado del local propiamente dicho y que precisamente por eso está súper demandado.
Nosotros nos sentamos en los sillones de la sala principal y nos pedimos Gin-tonics, Cosmopolitan y Caipiroska de fresa. El broche final para una cena impresionante.
Ahora es cuando yo, por norma general, suelo dar mis detallitos, pero hoy no lo voy a hacer porque, como he dicho al comienzo del post, en el Restaurante Rincón de Goya yo me siento como en mi segunda casa y yo no doy detalles de mi casa. En todo caso, si lo deseas, a mi casa vienes y disfrutas conmigo de ella. Pues eso mismo pasa con este restaurante, que no hace falta dar datos ni pormenores, sino visitarlo y disfrutarlo, porque una vez pones un pie en él yo estoy convencida de que te seducirá, no sólo su ambiente, sino también su gastronomía, y eso es todo lo que yo puedo pedirle a un restaurante. Tampoco pienso deciros que volveré porque no hay necesidad, yo a mi casa vuelvo siempre.
Cucharete: ¡No nos cansamos de disfrutar de los sabores que nos ofrece año tras año El Rincón de Goya! Además, este 2012 abre una terraza de verano singular y romántica 100%, pues los camareros atienden a las mesas desde la puerta de cristal que les da acceso. ¡Cientos de velas se encienden cada noche rellenando todos los rincones que deja el ladrillo visto centenario! Miles de destellos que conforman una atmósfera mágica en los salones del local. La nueva mesa para cuatro personas que destaca en la terraza, se convierte sin duda alguna en la mesa más exclusiva del establecimiento. ¡Fantástico El Rincón de Goya en 2012! Mi equipo cenó por 49 €/persona cinco personas con 5 entrantes (2 de ellos de degustación), 5 platos principales (2 de ellos de degustación) y 5 postres. A lo que tendríamos que añadir una botella de vino rosado -13,50 € +IVA-, otra de tinto -15,15 € +IVA- y dos botellas de agua -2,50 € +IVA-. Los cafés y los tés son a 2,50 € +IVA y 2,80 € +IVA respectivamente. Los cócteles en el vecino Café LG 48 -al igual que en la barra del restaurante- fueron a 10 € cada uno.
La nueva y seductora decoración del espacio para este 2012, más moderno y actual. Su cuidada y cálida iluminación, con ligeros toques de color. La gran cantidad de velas que salpican de luz todas las esquinas: ¡Más de 300 se encienden todas las noches! Su sensual jardín interior, que ahora ofrece una singular terraza de verano con sillas y mesas “vintage”. Su “mesa del cobertizo” para cuatro personas, íntima y única. Su interesante propuesta gastronómica, basada en una cocina de mercado. La generosidad de sus raciones, incluidos sus postres. El ajustado precio de sus casi 300 referencias de vino. Su destacable relación calidad/cantidad/precio. El amable y rápido trato del servicio en todo momento. Su separación entre mesas. El vecino Café LG 48 para disfrutar de un cóctel o una copa -con actuación en directo en algunas ocasiones-. Admite todos los cheques de comida.
Nada.
5,0
2 comentarios a “El Rincón de Goya (2012)”
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Os lo recomiendo a todos los que querais disfrutar de una comida tranquila y de buena calidad. Yo he estado dos veces cenando, tanto el servicio como la comida esplendida. Las mesas estan bastante separadas con lo cual tienes cierta intimidad. Probar las croquetas de carabineros y hongos y bueno que decir del carret de cordero, delicioooso.
¡Gracias Cucharete! Buscaba un restaurante “especial” para una celebración con mi mujer y seguí vuestro consejo de ir al Rincón de Goya y acerté de pleno. Todo genial, desde la decoración y ambientación del local hasta la comida pasando por el servicio, muy atento pero sin molestar. A demás con la promoción del vino y el postre la cena salió muy bien de precio