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Cuesta Sto. Domingo, 14
Madrid (Centro)
Santo Domingo (LÃnea 2)
91 548 37 64
20 - 30
El restaurante griego perfecto para degustar auténtica cocina tradicional griega. Dividido en dos ambientes: uno luce de blanco y azul con estatuas y racimos en parra (al más puro estilo isleño) y la planta baja abovedada presume de ladrillo visto en la más estricta intimidad. No olvides reservar con antelación si deseas cenar el fin de semana.
3,5
Rayo: Me sorprendió mucho (y para bien) la calidad de las materias primas y el sabor la cocina que elabora este pequeño local (no más de 80 comensales). Una Venus de Milo te da la bienvenida nada más cruzar la puerta, como diosa del amor, la lujuria, la belleza y la sexualidad… esta pequeña Afrodita, ayudará a que tu comida sea de lo más romática y sensual si vas de cena con tu pareja.
Pequeño pero muy acogedor, en ningún momento sientes el agobio que transmiten locales con mucho más espacio. La pizarra rompe acertadamente con el blanco inmaculado de las paredes. Las columnas, los tonos azulados, las vigas de madera, las plantas y la parra… dan personalidad a un restaurante con mucha y reconfortante luz natural que merece la pena visitar (también tienes la opción de disfrutar de una cálida luz artificial en su escondida y “secreta” planta baja)
No dudes en ningún momento en pedir consejo a los amables camareros, su trato es correcto y te explican en qué consiste cada plato. De primero disfrutamos de una amplia variedad de los entrantes más tÃpicos: Tsatsiki, Feta, Xoymoys… recogidos en el vistoso plato Pikilia Megali.
Acompañados siempre del Pan Pita, que se presta muy bien para untar todo tipo de cremas y salsas. Estaba delicioso.
Dejo el análisis de los segundos y postres para mis compañeros. Personalmete, aunque repito: ¡todo estada buenÃsimo!, me quedo con el Soyvlaki (Pincho de cerdo con tomate y pimiento al carbón) y la Moysaka (Capas de patata, berenjena, calabacÃn, carne picada de ternera y bechamel) que incluÃa el plato de degustación Rodas (Giovetsi, Soyvlaki, Moysaka y Pimiento relleno). Y con el Yoghourt griego con miel y nueces.
Fueron 22 € por persona (incluyendo una botella de un raro Kritikos -vino tinto griego-) los que bastaron para que pudiésemos saborear un exquisita comida. Repetiremos sin duda.
FlashBack: Al aproximarse a este acogedor y bello restaurante se le olvida inmediatamente a cualquiera la gran obra civil que se está realizando en la contÃgua plaza de Santo Domingo. Sin duda un sitio dedicado en honor al arte, la tradición y la gastronomÃa helénicas.
Lugar reducido pero no por ello agobiante, incluso tan acogedor que no querrás abandonarlo para poder seguir sintiéndote inmerso en nuestra nación vecina mediterránea a la que tantas cosas debemos.
Aterrizando ya de nuevo en la tierra y, dejando a un lado el maravilloso mundo de los dioses del Olimpo, aprovecho para hablaros del Saganaki Kefalotiri. No creo que sea únicamente por mi gran aprecio al mejor de los productos lácteos (algún dÃa tendré que hablaros sobre la excelente variedad en cuanto a quesos y sus denominaciones de origen protegidas en nuestras provincias más cercanas).
Estoy seguro que cualquier comensal, tras probarlo, llegará a la conclusión de que bajo ese aspecto de “filete de pollo empanado casero de toda la vida”, se esconde una de las mayores exquisiteces de este restaurante.
Realmente un queso cremoso pero compacto al mismo tiempo que con un adecuado grado de curación y un sabor original difÃcil de olvidar. ¿Acaso pensábamos que únicamente Ãbamos a probar el tradicional y, no por ello despreciable, queso feta? Indudablemente no.
Si no conoces la cocina griega llegarás a este lugar con una posición en todo momento evaluadora, suspicaz y expectante por tener ante ti una carta prácticamente desconocida. Tan sólo hay que vernos en la foto.
Eso sÃ, os puedo asegurar que la satisfacción una vez acabada la sobremesa nos produjo una expresión totalmente diferente.
Ninillas: En la Cuesta de Santo Domingo, tan sólo hay que cruzar una puerta para pasar del Madrid más castizo a la helénica Grecia. Esa puerta es la del restaurante Delfos.
Cuando entras, una bocanada de aire fresco te invade: las paredes blancas encaladas, los tonos azules, la parra que recorre la estancia; no te queda la menor duda de que estás en un griego, pero por si la oferta visual no lo ha dejado claro, afina el oÃdo, la música de fondo, asà como el acento de los camareros te sacarán de dudas.
Es la segunda vez que voy al Delfos, la primera fui de noche y cenamos en la planta de abajo, más Ãntima, con ladrillo visto en bóvedas y paredes. Pero en esta ocasión, fuimos a comer y reservamos en la de arriba. La luz que entra en el local unida a su decoración te hacen sentir como en una tÃpica terraza mediterránea.
La comida, qué puedo decir, es una cocina llena de aromas y sabores, muy parecidos a los nuestros, pero el uso de especias es lo que la identifica claramente. Pedimos de primero Pikilia Megali, viene a ser una selección de patés que se huntan en el pan de pita, y los sabores van desde el queso, pasando por algo parecido al ajo arriero y terminando por la berengena. Continuamos con un Saganaki Kefalotiri (queso de cabra salado recubierto de huevo y harina frita), vamos… un queso empanado, pero que estaba muy bueno. Seguimos con el plato de degustación Rodas, donde no podÃa faltar la Moysaka, riquÃsima, el Soyvlaki, que es un pincho de cerdo con tomate y pimiento al carbón, y el Giovetsi, trozos de carne de ternera guisada con pasta griega. Todo me estuvo muy rico.
Por supuesto, todo regado con un tÃpico vino griego -no lo habÃa catado nunca-. Tiene un sabor muy peculiar, reconozco que cuando dà el primer sorbo no me gustó, cambié de parecer cuando lo saboreé con la comida. SÃ, es un vino pensado para la cocina griega.
Y para finalizar los postres: yoghourt griego con miel y nueces, buenÃsimo, y Putinga, un bizcocho relleno de nueces y cubierto de crema de vainilla, aún mejor que el yoghourt para mi gusto.
En definitiva, un sitio diferente, acogedor y con una relación calidad-precio muy interesante. Si a todo ello le unes que el servicio es rápido y de trato agradable, que a pesar de ser un espacio pequeño, una vez que te sientas estás cómodo y sin estrecheces… Considero que es un sitio muy a tener en cuenta y para repetir de vez en cuando.
Cucharete: Un emblema en la representación de la gastronomÃa griega en la ciudad. Eso sÃ, no olvides reservar con bastante antelación sobre todo para el turno nocturno. Puedes encontrarte con la sorpresa de que todo este cubierto para ese fin de semana e incluso el posterior. Mi equipo cenó por 22 €/persona.
El romanticismo, la tradición y el exotismo. La calidad de su cocina y el precio.
Que no sea más grande. Aunque si llegara a serlo perderÃa su encanto.
3,5
15 comentarios a “Delfos”
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Yo estuve hace ya unos años almorzando un dÃa entre semana, asà que habÃa poquÃsima gente. Era la primera vez que probaba la comida griega, y ciertamente me cautivó. El sitio y el trato es realmente agradable, la comida de buena calidad, y el precio más que razonable. Recuerdo que pedimos un menú de degustación, por lo que probamos una gran variedad de cosas, pero no sabrÃa decir qué me gustó más.
No he vuelto a ir por allÃ, pero ya que decÃs que sigue tan bien como entonces, lo apunto en la lista para repetir
Yo estuve por allà hará un mes más o menos, me gustó bastante. Tiene los precios bastante ajustados y la calidad está bien. La única pena es que no rompes el plato cuando terminas, cuando estuve en Grecia, en muchos de los restaurantes lo hacÃas.
El delfos en mi opinion es un buen restarurante de comida exquisita, me deje caer por alli hara un mes, fue una experiencia muy buena, me gusto mucho y sobre todo el hecho de poder conocer una nueva cocina que anteriormente no conocia. Fui despues de leer en la pagina lo que habiais comido. comimos lo mismo mi novia y yo a excepcion del postre, no nos dio tiempo porque teniamos que coger el metro para irnos a otra zona de fiesta.
De primero el revuelto de diferentes salsas con pan de pita y legumbre fue magnifico, el descubrimiento de nuevos sabores con un pan de pita muy bien especiado, con una especial atencion a la salsa de caviar, la verdad que fue magnifica.
El vino que degustamos fue un critikos, el mas barato de la carta, pero que a decir verdad nos puso a 100, no suelo yo ponerme muy contento con media botella de vino pero el critikos es un vino perfecto para salir contentillo y riendote del delfos, a decir verdad lo masturbamos un poquito con casera.
De segundo la degustacion total, con la brocheta, pimiento relleno etc.. fue la verdad una maravilla, yo quede mas que completamente satisfecho, la carne de la brocheta era muy buena, el queso estaba fantastico y la verdad que fue un segundo plato bueno.
Pero el delfos para mi tiene varios problemas que a mi entender deberian de corregir:
El personal no sabe hablar adecuadamente español, el camarero que nos sirvio no sabia hablar español, la verdad que fue divertido porque estuvimos riendonos con él mucho tiempo, el tio era muy majo, ademas yo se lo que es ser un camarero extranjero y que no te entiendan.
En el segundo plato fue repetitivo, porque se repite el queso, si os fijais el queso feta se repite en los dos platos y no buscan darle al cliente algo nuevo.
No utilizan practicamente productos en el primer plato de degustacion solo son salsas con alubias y queso, a mi me gusto mucho, pero podian sugerir algo mas introduciendo ensaladas y otros productos que se utilizan en grecia.
De precio fue caro casi 60 euros sin postre, pero sino has comido comida griega merece la pena. Ir y disfrutar del delfos
Hola chicos, lo primero es daros la enhorabuena por vuestra pagina pq está muy bien. Habéis demostrado que no hace falta ser unos expertos culinarios para saber hacer una crÃtica de los restaurantes. Intentaré ir recorriendo los sitios que proponéis pq algunos tienen muy buena pinta.
El sabado 7 de julio estuve en Delfos con mi novia y su comida es muy recomendable. De entrante pedimos feta al horno, y de segundo moysaka y una carne rellena de queso feta que estaba buenisima. De postre dos yogurt griegos. Nos salió x 48 euros tomando de bebida dos cervezas.
Lo único malo es q xa cenar en fin de semana tienen dos turnos: a las 9 y a las 11, y son eternos. Nosotros fuimos a las 11, y el entrante nos llegó a la media hora y el segundo pasadas las 12 de la noche. El resto de mesas estaban igual o peor (cd nosotros nos fuimos un grupo de 6 chicas aun estaban esperando el segundo), asi q supongo q les faltará camareros o cocineros actualmente para servir a las dos plantas q tiene. Parece ser mejor ir a comer de lunes a viernes, q hay menos gente.
Aún asÃ, si tienes paciencia y vas sin prisa, la comida está muy muy rica.
Yo fuà el año pasado por estas fechas y la verdad es que todo fue bastante bien. La comida está bien y a unos precios moderados. El lugar es un tanto pequeño pero como dicen en la crÃtica, si fuera más grande perderÃa encanto. El personal fue correcto aunque si tenemos en cuenta que fuimos en fin de semana y sin reserva podemos elevarlo a bastante bueno al buscarnos un rinconcito donde poder comer.
hemos ido con mi novia y nos encantó, muy rico la atencion muy buena y todo fresco. Eso si no cometan el error q cometimos de pedir el pikilia megali y otro de degustacion de segundo porque es demasiadacomida. Por eso nos salió 27 euros por persona, pedir platos simples de segundo y dejar espacio pal postre q esta super bueno
Acudà con mi pareja a cenar, atraÃada por vuestras opiniones tan coincidentes en cuanto a la exquisitez de la comida y el precio asequible, que ninguno de los 2 suscribimos. Pedimos un plato de degustación frÃo (perdonad, no recuerdo el nombre) que se componÃa de diversas salsas, un poco de queso feta y un pequeño hojaldre con espinacas, tambien una especie de croqueta minúscula de arroz con hoja de parra). Para acompañar, el vino tinto de creta que según opiniones anteriores, no estaba mal y que por cierto era el más barato (sobre 11 euros) Tan mediocre para nuestro paladar que dejamos más de media botella.
Para 2º plato pedimos el de degustación Rodas, reiteradamente recomendado por otros comensales. Si ya iba el estómago “tocado” por semejante cóctel de sabores de salsas fuertotas y vino, el rodas lo acagó de rematar.
El postre escaso y malillo (Turrón, chocolate y vainilla y el aclamado putinga) . En fin, 66 euros (sin repetir pan de pita,que tambien lo cobran excesivamente), difiere un poco el precio del que otros habeis dicho. Nada que ver con otro griego de
referencia a otro restaurante.Que maravilla de restaurante!!!
El viernes pasado fui a cenar con mi novia y salimos encantados. De primero pedimos una degustación de entrantes en las que habÃa unos hojaldritos pequeños rellenos de queso de cabra y de espinacas con queso y un montón de salsas-patés con sabores muy diversos( de yogur, de queso con pepinillos, de algo parecido a tomate con aceite…) y la verdad que para ser sabores que nunca habÃamos probado, nos encantaron. De segundo pedimos la degustación de los segundos platos (se llamaba RODAS, pero habÃa varias) y bueno no os cuento lo que habÃa porque ya está en la crÃtica de cucharete, pero de verdad que todo buenÃsimo (para mà a destacar la carne con pasta griega y tomate, que sabor por dios!!) Y de postre, para no arriesgar, yogur griego con miel y nueces, por supuesto riquÃsimo!!
Si algo puedo criticar es que el camarero nos hizo un poco el lio porque le preguntamos que si iba a ser mucha comida y nos dijo, está bien…y era una barbaridad de comida!! Os recomiendo que pidais un entrante que os llame la atención y alguno de los menús degustación que son variados y abundantes!
En fin, para mà 100% recomendable, volveré seguro.
He comido con mi pareja recientemente en el delfos.
Para compartir pedimos el combinado de cremas frias. No se por qué me imaginaba pures y lo que trajeron era estilo pate ! Pero no pasa nada, porque estaba riquisimo ! Si, como dicen por ahi arriba es de sabor fuerte … pero es lo que tienen este tipo de cocinas a las que no estás acostumbrado, si quieres que te sepa a lo de siempre, come lo de siempre.
Mi pareja pidio … un nombre raro, era un pimiento y un tomate asados rellenos de carne picada especiada con hoja de parra, estaba muy rica y ademas abundante cantidad ( El pimiento era bastante hermoso y venia relleno que no habia ni aire dentro !! )
Yo pedi musaka, pues ir a un griego y no probarla deberia ser considerado delito: y otra vez rotundo exito, sabrosa, deliciosa, abundante cantidad …
De beber, agua … no soy mucho de vinos ( y menos si no los conozco para nada )
No pudimos pedir postre, pues los dos estabamos llenisimos y además eran un poco carillos.
Precio ? creo que no llegaba ni a 25€ persona, con postre hubiera llegado a 30 … quizas haya subido un poco el precio en los ultimos tiempos, pero la verdad que se come genial
La verdad es que este restaurante es de los mejores que he visitado. La calidad de todos los platos es extraordinaria y con abundante cantidad.
El precio es más que razonable dado lo exquisito de los platos y el lugar resulta muy acogedor (estuvimos en la planta de arriba pero la de abajo parecÃa más acogedora todavÃa). Además los camareros me explicaron en qué consistÃa exactamente cada plato y fueron muy amables.
No tengo más que cosas buenas que decir de este sitio, de hecho iré con mi novia en San ValentÃn..quizá lo único malo es que no hacen ningún tipo de promoción / regalito para ese dÃa no?
Tenemos reserva para este viernes, un grupo nuemeroso. Encontré este restaurante gracias a vuestra web. Ya os comentaré qué tal.
Gracias por vuestro trabajo.
Algo folclórico, la decoración está inspirada en la mitologÃa y costumbres griegas. Una venus de Milo te da la bienvenida nada más entrar al restaurante. El local en cuestión consta de dos plantas y está dividido en dos ambientes: la primera planta combina diversas tonalidades de azul y blanco, mientras que la abovedada planta baja se decanta por los amarillos y ocres. Personalmente prefiero la planta superior, mejor iluminada y con mayor separación entre las mesas. Al mediodÃa su menú bastante completo por 10 euros. Mi favorito es el Exojico, un guiso de ternera y arroz en pan de pita. Y para finalizar los postres: yoghourt griego con miel y nueces, buenÃsimo, y Putinga, un bizcocho relleno de nueces y cubierto de crema de vainilla, aún mejor que el yoghourt para mi gusto. Para beber un vino Retsina o unas cervezas griegas.
Sensación mediterránea en pleno centro de Madrid;
Es la 4ª vez que visitamos éste restaurante, ésta vez acompañados de 2 amigos a quienes les habÃamos hablado de éste griego lugar..
Para picar pedimos Dolmades, arroz con carne en salsa de limón envuelto en hojas de parra, distinto, sabroso y ligero, y lo acompañamos de Kreatopita un pico de hojaldre relleno de picada, que está delicioso.
Despues para compartir pedimos Mousaka y Pastitsio un plato exquisito que viene aser una especie de Lasagna, con mucha bechamel carne y macarrones a modo de ladrillitos, está buenÃsmo.
Y un plato cada uno, cordero con miel,ñam ñam… Soyulaki (pincho de cerdo al carbón ), Bifteki y Soutsoukakia, un nuevo descubrimiento que nos encantó, carne al vino tinto, muy rica.
La presentación en los platos es buena y la cantidad abundante.
Bebimos un rosado llamado Agioritiko, de sabor intenso.
De postre, todos Galaktoboureco, hojaldre relleno de crema de sémola con almibar, una exquisited que recomiendo a todo el que vaya, siempre lo pido de postre, del resto no puedo opinar, pero es que está tan bueno que siempre pido lo mismo.
En definitiva, son 4 los agradecimientos a éste restaurante, uno por cada vez que hemos ido y siempre salimos muy satisfechos.
Calidad precio se corresponden, media de 30-40 euros persona
Muchas gracias y seguid asÃ.
He visitado el restaurante por recomendacion de una amiga. Me parece un poco excesiva la calificacion, creo.
La comida mezcla sabores interesantes, aunque mejorables, y mucho en la presentacion. Pikilia Megali. mucho color, mucho contraste de sabores en cada salsa, el pan de pita con sabores caseros. Las aceitunas griegas negras famosas en el mundo como una delicatessen, no fueron tal.
La atencion es realmente buena, los camareros estan al tanto de la mesa constantemente.
En lo particular nada de lo que cene me parecio tan casero, y la materia prima de la normal.
En cuanto al postre el Halva que es tradicional griego, difiere un poco de la receta original que conozco, supongo que se adapta al sabor local, y es entendible.
EStuvimos alli, dos parejas hace dos semanas para cenar. Fuimos prontito porque teniamos entradas para un musical.
El sitio es bastante bonito.
La comida correcta, sin pretensiones. Eso del mejor griego es decir mucho. El vino de la casa muy pobre. Si os gusta y entendeis un poquito de vino aunque os lo recomiende el camarero como fue nuestro caso, no lo pidais.
Los entrantes a compartir estuvieron bastante buenos. Tomamos ensalada de frutas y el humus (tienen otro nombre en griego)
Los segundos deficientes, pedimos por un lado las brochetas de langostinos, muy normalitas y por otro lado, los solomillos con queso. Eso de solomillo con queso, es mucho decir. Se trataba de la tipica cinta de lomo y entre filete y filete queso fundido. La carne seca, sin el queso no hubieramos podido tomarla.
Tardaron bastante en atendernos, asi que no nos dio tiempo a tomar postre. Asà que en este sentido no puedo deciros
El restaurante calidad-precio bastante caro para lo que tomamos.
Desde luego no volveremos.