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Pelayo, 4
Madrid (Centro)
Chueca (Línea 5)
91 522 08 50
20 - 30
Tepic es un restaurante mexicano de nueva apertura en el madrileño Barrio de Chueca -11 de Enero- que se define a sí mismo como un “urban-mex restaurant”, acercándonos los verdaderos sabores aztecas y escapando del explotado concepto “tex-mex”. Sus comedores -habilitados en su totalidad para fumadores- disponen de espacio para 60 comensales y su horario de apertura es de 13:15h. a 16:30h. y de 21:00h. a 00:00h. (Viernes y Sábados hasta las 00:30h.) con dos turnos durante los fines de semana. No cierra ningún día.
2,9
Rayo: En esta ocasión, tocaba darle un poco al picante, pues hacía tiempo que teníamos en mente volver a disfrutar de un restaurante mexicano. Y… ¡qué mejor que visitar un local de nueva apertura en Madrid que había acaparado nuestra atención y cuya carta estaba decorada con un chile enorme! Al final, nos encontramos con un picante suave -acondicionado a los paladares de estos lares- y un montón de platos flautistas -expresión que entenderéis con la lectura de este artículo-.
Tepic es -a parte de este nuevo rincón gastronómico- la capital del Estado mexicano de Nayarit. Como dato curioso, informaros de que un tepicense -Luis E. Miramontes- fue el famoso inventor de la píldora anticonceptiva.
La bienvenida nos la da una sencilla y enorme telaraña luminosa -¡bonita lámpara!- No habrá problemas para decorar este moderno local en Halloween, basta colgar unas realistas arañitas de plástico en sus lámparas y ¡voilà!.
Los gigantescos cactus, protagonistas indiscutibles en la decoración de los rincones de este colorido restaurante, obviamente no son naturales, pero consiguen su objetivo: salpicar de verde un espacio en el que predominan los tonos de colores disco-pub que tanto gustan al público joven.
En el comedor del fondo, podríamos decir que podéis cenar con la luna llena iluminando vuestras flautas -¡uf! como suena eso…-. A su lado está la barra, que os muestra FlashBack en tonos rojos. Son tres los comedores diferenciados de este local -a parte del espacio de la entrada que posee mesas altas, las cuales también se ocupan para comer los fines de semana con gente que visita el local y se lo encuentra lleno-.
El resplandor que brota de los bancos corridos de la pared le da el toque fashion e ilumina lo justo para no interferir con el resto de colores que dominan cada espacio: verdes… rosas…
Algunas mesas de dos -como podéis observar en fotografías más generales de las secciones de FlashBack y Ninillas- están excesivamente juntas, y puede parecer que asisten cuatro amigos a la degustación, aunque bien es cierto que en algún caso han variado la orientación de las sillas para que unos comensales den la espalda a la mesa vecina, distribución que se agradece. Quizás 60 cubiertos sea un número elevado para este local.
La puerta de acceso a la cocina está cuidadosamente camuflada con el imponente póster de un mexicano en gran formato que cubre la pared por completo ¡de arriba a abajo y de izquierda a derecha!. En cuanto a las sillas, debo reconocer que son muy cómodas, perfectas para prolongar la sobremesa.
Nosotros elegimos para la cena el “comedor del metro”, fijaos que las imágenes de las sillas verdes simulan que vamos en uno de sus vagones. Un espacio divertido que os muestra Ninillas en un plano general.
Mientras esperábamos por Cristóbal -un amigo que nos acompañó en la degustación cucharetera y que ya asistió en alguna que otra ocasión- nos decidimos por unas cervezas que no tienes la oportunidad de disfrutar a diario a 3 € +IVA: Tecate, Pacífico y Negra Modelo -esta última a 3,20 € +IVA-, cada una de ellas con su estilo, yo me tomé la Tecate, que estaba muy suave, como a mí me gustan.
También podéis optar por una Michelada, que por poco más, viene siendo la cerveza elegida preparada en un tarro escarchado con sal, jugo de limón natural y hielo, vamos… un clásico a la hora de tomar la cerveza. ¡Probadlo si nunca lo habéis hecho!
Y nada más llegar Cristóbal… ¡asalto a la carta! Después de los aperitivos que muestran tanto FlashBacK -totopos- como Ninillas -empanadillas- elegimos con ayuda del propietario tres primeros y tres segundos para compartir todo cuatro personas, nos aseguró que era más que suficiente y que debíamos reservarnos para los postres caseros. Yo os aconsejo pedir por lo menos un plato principal para cada uno, porque aunque las raciones no son escasas, no es una cocina que llene el estómago -o el nuestro es un pozo sin fondo, que no lo descartaría-.
Sobre estas líneas tenéis los Panuchos Yucatecos, vienen siendo la tradicional gordita de maíz rellena de frijol negro y cochinita pibil guisada en achiote (condimento yucateco) y acompañada de cebolla morada. Muy sabroso… un plato que no podéis obviar.
Éstas son las ricas Flautas de Barbacoa, ya sabéis, carne de cordero desmenuzada, preparada al estilo mexicano y envuelta en una dorada y crujiente tortilla de maíz de la casa, con crema, queso y un toque de guacamole. A partir de aquí es cuando cuidaría un poco más la presentación de los platos, no vienen mal presentados ni mucho menos, pero sí con el mismo “formato flautista”, pues todo adquiere esa forma, y aunque es cierto que es muy típica debido al local en el que nos encontramos yo apostaría por mayor variedad.
Pedimos también un plato típico del Estado de Puebla, las Enmoladas, que no triunfó en nuestra mesa, fue el plato que menos nos gustó de la noche. Son tres tortillas de maíz que envuelven un relleno de pollo y son bañadas con mole poblano -que no es afín a mi paladar-. Vienen decoradas con un poco de crema, queso fresco, aros de cebolla y un toque de ajonjolí. Si las probáis vosotros, ya nos diréis si creéis que tendrán éxito o no en vuestros comentarios.
Las Enchiladas gratinadas verdes -también las hay rojas, según la salsa que las acompañe- consisten en otras tres tortillas de maíz rellenas de pollo, cubiertas con salsa verde, gratinadas y bañadas con un toque de crema. Sin duda, unas “flautas” más sabrosas que las Enmoladas, pero -personalmente- me quedo con las empanadillas de los entrantes, los panuchos, las flautas barbacoa, las flautas de chicharrón de queso y, sobre todo, los tacos pastor -aunque los he probado más sabrosos- que os muestran FlashBack y Ninillas como mejores platos de los que disfrutamos en este local.
Llegados los postres, decidimos por unanimidad pedir únicamente dos, pues el precio de los mismos, dada la horquilla de precios que maneja este restaurante, los considero excesivos y más propios de un local más exclusivo: 5,60 € y 5,80 € + IVA.
En primer plano -sobre estas líneas- las Crepas rellenas de crema de avellana bañadas en chocolate. Bueno… me gustó, aunque como os comenté, lo consideré excesivamente caro para lo que era. Eso sí, son caseros y se agradece -el helado, que no lo es, viene directamente de Mexico según su propietario-.
Y aquí estamos FlashBack y yo con las crepas y con las Milhojas con un baño de cajeta y helado de vainilla de papantla, un postre muy vistoso, pero que -bajo mi punto de vista- no logra encandilar al comensal al final de la cena.
El servicio, que en nuestro caso nos dio Alejandro, fue atento y muy cordial, y aunque se notaba la juventud del local, no hubo ningún percance señalable.
Ahí le tenéis, el Tepic, un nuevo restaurante mexicano en Madrid que escapa del explotado concepto “tex mex“ e intenta acercar a los madrileños sabores de tierras lejanas, eso sí… con sus “platos flautistas”.
FlashBack: ¡Un nuevo restaurante mejicano abre en Madrid! Definido en sus informaciones oficiales como un concepto “urban-mex restaurant”, nos ofrece su singular cocina desde su reciente apertura el 11 de Enero del presente año.
Atraídos por tan original definición, decidimos acercarnos a la céntrica calle de Pelayo a investigar qué significa todo lo anterior. En un principio, nos resulta difícil encontrar el establecimiento debido a que no resalta especialmente del resto de la fachada en la que se encuentra situado, pero es allá sobre las 21 de la noche cuando todo reluce en la oscuridad y nos encontramos con un aspecto muy acorde con los restaurantes vanguardistas de la zona. Nos invaden de repente colores rosas, negros y blancos a través de grandes cristaleras que contienen los nombres de diversas ciudades aztecas, creando una cierta división con el exterior, al mismo tiempo que permiten descubrir su decoración interna de un solo vistazo.
Tras nuestra previa investigación, parecía claro que no nos íbamos a topar con una oferta culinaria tex-mex. Y tras esta vista previa, todo denota que tampoco nos encontraremos con los típicos gorros mejicanos ni la tradicional decoración común a los locales con esta procedencia.
Sin embargo, al llegar a la primera estancia del mismo, empezamos a apreciar las distinguidas láminas que pueblan puntualmente las paredes del Tepic, basadas en composiciones muy imaginativas. Es en este entorno donde disponemos de sillas y mesas altas donde picotear (o incluso cenar) está permitido. Personalmente, me decanto por cualquiera de sus mesas dentro de la sala.
Y claro está, no puede faltar algún que otro guiño a las peculiaridades áridas de esta República Federal del Continente Americano. Así que, dividiendo espacios pero no aislándolos, podemos disfrutar de peculiares motivos como son estos dos redondos cactus acertadamente iluminados, sobre piedras blancas erosionadas.
Debemos hacer, llegados a este punto, una elección entre las tres salas-comedores que llaman nuestra atención por sus vistosos sillones bajo una iluminación rosácea o más cercana al verde característico de los cactus que veíamos previamente. Las cuales son además las tonalidades de la curiosa guindilla que sustenta la imagen del local. ¿Disfrutaremos hoy de una cena especiada y picante?
Curiosamente es al fondo del local, en lugar de al inicio, donde se sitúa la barra del restaurante en la que se preparan y corren de un lado hacia otro los cócteles -principalmente margaritas o piñas coladas- y los diversos tequilas entre los que podremos elegir: blancos, reposados y añejos.
Apostamos por tomar asiento en el área blanquiverde e ir ordenando una selección de cervezas mejicanas mientras esperamos a nuestro cuarto acompañante de la velada. Obviamos la omnipresente Coronita y apostamos por la pilsner Pacífico producida en Mazatlán -elección de Ninillas-, la lager Tecate -que disfruta Rayo- y mi opción personal, una Negra Modelo, la más robusta y potente de las tres.
Como acompañamiento y para ir abriendo boca, se obsequia a los comensales con algún tipo de aperitivo como resulta en nuestro caso: estos Totopos de maíz. Junto con ellos toman lugar en nuestra mesa las salsas con las que aderezar nuestros platos: guajillo y pasilla. También se nos ofrece, si lo deseamos, otra adicional mucho más picante -la picosa- para los atrevidos.
Estando entretenidos con el picoteo, recibimos la llamada del cuarto comensal de la noche, nuestro amigo Cristóbal. Así que decidimos entre los cuatro, elaborar el que será el menú de la velada. La carta ofrece numerosos platos a degustar aunque todos ellos acaban rondando los mismos conceptos. A saber, como entrantes “para empezar compartiendo”, destacan las flautas, sopas y ensaladas. Y una vez metidos en terreno más profundo, toman protagonismo principalmente los tacos y enchiladas.
Y efectivamente, empezamos compartiendo una Flauta de chicharrón de queso, compuesta de una capa de queso asado a la plancha enrollado y relleno del ingrediente que deseemos a elegir entre: floz de calabaza, chorizo, pasta de mole y huitlacoche. Nos quedamos con esta última que, aunque asusta cuando llegamos a conocer de qué se trata esta materia tan usada en la cocina mejicana, realmente sorprende en los paladares de cualquiera que se inicie en ella.
A continuación, degustamos las Flautas de barbacoa de las que sorprende la carne de cordero desmenuzada de que están elaboradas envuelta en una crujiente tortilla de maíz casera. Por encima vienen cubiertas de crema, queso tomate y cebolla, además de acompañarse de una buena porción de guacamole.
No podemos dejar pasar la oportunidad de deleitarnos con unos auténticos Tacos de Pastor, debido a ser uno de los platos mejicanos más tradicionales. Una buena cantidad de carne de cerdo acompañada de cebolla, piña y cilantro. Se nos acompaña de un recipiente que mantiene el calor en su interior de unas cuantas tortillas caseras en las que podremos envolver estos ingredientes. Lo cual siempre resulta bastante divertido.
Intentando complementar los anteriores con algo distinto, escogemos las Enchiladas gratinadas verdes que, aunque también pueden ser rojas, ambas contienen carne de pollo en el interior de tres tortillitas de maíz. Posteriormente se gratinan y se les da un toque de crema.
Es aquí donde empezamos a deducir que la mayoría de los platos tienen una base común que puede llegar a cansar: tortillitas de maíz, crema e incluso presentación. Por ello, podría considerarse éste el punto débil de la oferta gastronómica, tan sólo explicable porque se quiera mantener las recetas originales de cada uno de los platos.
Llegamos, suerte para los golosos, a los postres, inaugurando la sección con unas Milhojas con un baño de cajeta y helado de vainilla de papantla que, según gustos, pueden impactar o permanecer algo discretas, no por presentación sino por consistencia. Un postre ligero que seduce si eres apasionado de la cajeta -una especie de dulce de leche mejicano- y si sabes apreciar la diferencia del helado de vainilla elaborado en esta ciudad al norte del Estado Mejicano de Veracruz.
Y para cerrar la cita culinaria, unas Crepas rellenas de crema de avellana bañadas en chocolate, de la que me gustan los trocitos de avellana que se esparcen por su superficie aunque la porción de helado con que se acompaña recuerda bastante al del postre predecesor.
No se puede negar que el Restaurante Tepic llama la atención por su exclusiva decoración para tratarse de un restaurante de cocina mejicana y de ello doy fe debido a la cantidad de transeúntes que paran su marcha para echar un vistazo en esas horas que ilumina las noches del centro madrileño. Igualmente, su cocina es distinta y respetuosa con la tradición aunque en algún caso puede resultar algo monótona. En cuanto al servicio, resulta especialmente amable en todo momento. Ideal para conocer de primera mano un auténtico restaurante mejicano o disfrutar de sus cervezas, cócteles y tequilas originarios.
Ninillas: Ya iba tocando un cambio de aires gastronómicos, nos apetecía cruzar el charco y darle al picante, de modo que estaba bastante claro que tocaba mexicano. El de hoy lleva abierto poco más de un mes y ya se ha corrido la voz. Y fue precisamente atendiendo a esa voz que nos dejamos caer por allí, esperando encontrar algo genuino y auténtico. La jugada no salió como la habíamos imaginado y yo salí con la impresión de que en México sobre todo se come mayonesa, queso rallado y flautas, muchas flautas. Pero vamos a empezar la casa por los cimientos que siempre me adelanto. Lo primero, su nombre: Restaurante Tepic. Y lo segundo, la visita guiada, un poco desorganizada, pero tal y como yo la hice.
Nada más entrar, te encuentras con esta enorme lámpara en una estancia que hace de recibidor. Hay cuatro mesas altas y unos cuantos taburetes que invitan a tomarte el primer cóctel mientras esperas por tu mesa. La realidad es que, el fin de semana está lleno, muy lleno y la gente cena en ellas.
El restaurante no es muy grande, pero aún con todo han sacado tres comedores que dan cabida a 60 comensales. El de la foto inferior es el último de todos, que se encuentra al lado de la barra.
Y éste de aquí es el primero. Como podéis apreciar no es el típico mexicano si de decoración hablamos. Han optado por mostrarnos un México de diseño moderno donde no se olvidan de integrar elementos inequívocos del territorio azteca como pueden ser los cactus que separan los comedores.
Techos oscuros, con los tubos del aire acompañados por paredes de ladrillo visto pintadas de un blanco inmaculado donde se reflejan las sombras y se hacen perceptibles los tonos rosados de los focos. De vez en cuando, un gran mural viste toda la estancia como es el caso de este mexicano de sonrisa socarrona.
Para el comedor central, en el que cenamos, la imagen seleccionada ha sido un vagón del metro. En definitiva, una decoración cuidada, actual y desde luego, muy acorde con el barrio de Chueca donde se ve emplazado el restaurante.
Respecto a las sillas, se ha optado por poner bancos corridos y sillas, ambos de sky, ni cómodos ni incómodos, normales. Las mesas son modulares de dos cubiertos. Resultan un poco pequeñas sobre todo a la hora de compartir platos. Se visten con mantelitos individuales color crema y servilletas de papel, ¡pero ojito! de las superabsorventes. No se puede pedir más teniendo en cuenta su horquilla de precios, aunque eso sí, una vez degustada su cocina… a mí, económico, lo que se dice económico, no me pareció. En cuanto al espacio… pues excesivamente aprovechado. Claro que, estamos en lo de siempre, si lo que se desea es intimidad y largas distancias entre mesa y mesa… pagando 60 € en otro restaurante se soluciona rápido, y de no ser así tiene delito.
Pero vayamos al asunto, ¿qué se cuece en sus fogones? Según su propietario, al que conocimos en nuestra cena, su cocina sigue la línea mexicana pura, muy alejada de los típicos tex-mex. Han tratado de mostrar al cliente el frescor genuino de la gastronomía azteca, aunque eso sí, adaptándolo al paladar mediterráneo. Si lo han conseguido o no, bueno… tendrán que llegar hasta el final. De momento les dejo con el aperitivo que nos sirvieron, por un lado Totopos acompañados de queso con mole -mostrados por FlashBack- que hicieron más amena nuestra revisión de la carta y Empanadillas Huitlacoche, en la foto inferior, estaban bien, pero tampoco vayamos a tirar cohetes, la masa se supone que era casera, o al menos eso nos dijeron, pero yo no la considero nada especial. Iban bañadas de lo que ellos llaman crema agria, que a mí me sabía y me recordaba a la mayonesa de toda la vida, y queso rallado. En el centro guacamole y totopos.
Cuentan con una carta no muy extensa, pero suficiente para el restaurante que nos ocupa. Está distribuida en cuatro apartados: uno denominado “Comenzamos compartiendo”, “Sopas y ensaladas”, “Tacos” -para todos los gustos: típicos, con queso y para los que no quieren carne- y el último “Para seguir comiendo”, donde ubican las enchiladas y enmoladas. En una sección aparte, han metido las salsas, todas caseras e ideales para acompañar los tacos. La carta de vinos es inexistente, si deseas beber algún caldo el camarero te ofrecerá de viva voz con los que cuentan. En nuestra visita sólo cuatro referencias, todas ellas mexicanas, dos tintos, un blanco y un rosado. Y es que el Restaurante Tepic es más bien territorio propicio para cervezas autóctonas como Coronita, Pacífico, Negra Modelo o Tecate. No olvidan la coctelería típica -margaritas, piñas coladas y palomas- y por supuesto, los chupitos de tequila en sus diferentes versiones -blanco, reposado y añejo-.
Teníamos que elegir y como siempre pedimos consejo, éramos cuatro personas -aprovecho la ocasión para mandarle un beso a Cristóbal que siempre está dispuesto a soportarnos en las cenas- y nos sugirieron 3 entrantes para compartir, unos tacos, una enchilada y una enmolada. En total, 6 platos, que según nos dijeron eran más que suficiente para cuatro personas. Yo, al final de la cena, comprobé que no era así.
Empezamos con unos Panuchos Yucatecos, era como una mini pizza, que ellos denominan gordita de maíz, rellena de frijol negro y cochinita pibil guisada en achiote -condimento yucateco- y acompañada de cebolla morada. Estaban ricos, su sabor me recordó a la carne de cocido cuando el día después la tuestas junto a los garbanzos y un poco de tomate -así me lo hacía mi madre de pequeña-.
Además de las Flautas de Barbacoa -mostradas por mis compañeros- y que también fueron del agrado de todos, pedimos Flauta de Chicharrón y queso. Consistía en una fina capa de queso asado a la plancha, enrollado y relleno con flor de calabaza, chorizo y pasta de mole. Se acompañaba nuevamente con “su” crema, que es “mi” mayonesa y lo siento, pero no recuerdo el nombre de la otra salsa. También nos gustó por unanimidad.
Vamos a por los tacos, en primera línea Tacos de pastor montados en el trompo. Que no son otra cosa que carne de cerdo aderezada con la receta de la casa, acompañada de cebolla, cilantro y piña. Según rezaba su carta: “Sin duda los mejores de Madrid”. Según Ninillas, o sea, yo: “Estaban ricos, pero los he comido mejores en Madrid en restaurantes que manejan el mismo rango de precios”.
Eso sí, las tortillas que los acompañaban llegaban presentadas y aisladas (para no enfriarse) en este cuenco. Aquí habíamos quitado la servilleta superior que las cubría, claro está. Pero desde luego lo suyo hubiera sido una servilleta de tela anudada.
Junto con las Enchiladas verdes -os las muestran mis compañeros- que no me gustaron nada, no eran mi sabor, me recordaban al vinagre y además volvían a llevar “su” crema que era “mi” mayonesa. Bueno, pues junto a las enchiladas llegó la Enmolada: tres tortillas de maíz envueltas, rellenas de pollo y bañadas con mole poblano. Por encima nuevamente un poco de “su” crema -”mi” mayonesa- queso rallado, aros de cebolla y un toque de ajonjolí. El resultado, un sabor picante, muy leve, eso sí, pero que no me convenció en absoluto. Lo siento, pero no era mi sabor, claro que tampoco lo fue para el resto.
Bien, quedaban los postres que rondaban los 6 € -para mí, un precio excesivo para este restaurante-. De los cinco que ofrecían, optamos por los dos caseros, aunque uno era casero a medias -el helado no era de la casa-. Las Crepas rellenas de crema de avellana bañadas en chocolate, me gustaron, ahora, las Milhojas con un baño de cajeta y helado de vainilla de papantla, no les encontré el aquél, ni buenas ni malas, pero desde luego para 6 € no.
Ya habíamos cenado, pedimos lo que nos aconsejaron y en la cantidad que ellos estimaron suficiente. La verdad es que nosotros somos de comer, de muy buen comer y con lo que cenamos pues… vamos, que efectivamente era cantidad suficiente, para aquellos que cenen poquito, para los cucharetes, otros dos platos habrían caído sin esfuerzo. En fin, me fui al baño, que merecía la pena una visita.
Voy a ver si soy capaz de sintetizar, seguro que no, pero al menos lo intentaré. Fuimos al Restaurante Tepic atraídos por ese “yo que sé, que sé yo” que tienen los locales de nueva apertura. Me gustó su decoración, rompiendo tópicos y mostrando la cara moderna y cosmopolita de México. Yo esperaba encontrar una cocina honrada, variada y condimentada, sobre todo algo picantita gracias a los chiles, adaptada a nuestro paladar sí, pero restallante de sinceridad y sabor. Lo que me encontré, no voy a decir que fuera decepcionante ni mucho menos, pero desde luego tampoco el deslumbrón de mi vida. Soy consciente de que estoy hablando de una fórmula de precios ajustados, y puede que eso justificara el ajuste también de las expectativas gastronómicas, pero lo cierto es que desde hace mucho tiempo en Madrid disponemos de muchos y buenos restaurantes mexicanos, algunos de esa misma horquilla precios, y bajo esa perspectiva, la verdad es que el Restaurante Tepic no llega. ¿Qué falla? Bajo mi punto de vista falla aquello que promueven, faltan los sabores auténticos -vale que hay que adaptarlos, pero ¿tanto?-, faltan presentaciones originales y sobre todo sobra el abuso de tanta “su crema”, que es “mi mayonesa” y queso rallado.
Cucharete: El Tepic nos acerca a un nuevo restaurante mexicano en Madrid que se abrirá camino de boca en boca como un “urban-mex” a buen precio para lo que empieza a pagarse en locales del centro de la capital. La luz pinta con sus colores el mobiliario y las paredes de modo que el público joven no deja que pase desapercibido y lo apunta en su agenda para próximas visitas. Mi equipo cenó por 23 €/persona, cuatro personas, con 3 entrantes, 3 platos principales, 2 postres, 4 cervezas especiales y un refresco.
Su luminosa, moderna y colorida decoración. La atenta atención del servicio. Su cocina mexicana, que escapa del concepto “tex-mex”. Aceptan todos los cheques de comida.
La proximidad entre muchas de sus mesas. La monotonía en la forma de presentar los diferentes platos. El elevado precio de los postres.
2,9
24 comentarios a “Tepic”
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muy buen sitio ,lastima el espacio que hay entre cada mesa ,por ganar mas dinero te tienen apretujado que pena,parece que quisieran recuperar la inversion realizada en el lokal.en 2 meses,mas pena…………
el personal que te atiende,se deja a notar muy buena presencia,y de diagolo carismatico en teneis que evaluarlo vosotros mismos
Fui este miercoles y disfrutamos de una cena tranquila y sabrosa.
Tuve la suerte de ir acompañado de dos amigos guatemaltecos que nos guiaron por la carta de manera sabia.
quizas no lo aconseje en fin de semana ya que la atencion de los camareros y la tranquilidad con la que cenamos seguro la perderiamos, pero para mi el mejor mexicano que he probado aqui en la kapital, aunque tampoco e ido a muchos.
Saludos cucharetes!!!
Fuimos el sábado y cenamos genial, si es cierto que hay poco espacio entre las mesas, pero a nosotros nos tocó en una que estaba un poco más separada, asi que por ese lado, tuvimos suerte.
La comida muy rica, la atención inmejorable y el precio muy bien.
Sin duda, lo recomiendo, el local es muy bonito y el ambiente muy bueno.
Administracion Restaurant Tepic:
Un cordial saludo de sus paisanos mexicanos aqui en Puerto Rico. Tenemos un grupo de mariachi muy bueno y profesional que se llama Mariachi Nuevo Garibaldi por si les interesara que amenizaramos en su maravilloso restaurant alla en Madrid, ya que como todo ser humano visionario-como ustedes- queremos ampliar nuestros horizontes y ser parte de su equipo triunfador.
De interesarse favor escribanos al correo [email protected]
hola vivo en Tepic Nayarit Mexico y me da muchisimo gusto ver a mis paisanos en Madrid, me gusto mucho el concepto del restaurant y claro los comentarios de la gente FELICIDADES CHICOS! Y !ARRIBA MEXICO Y POR SUPUESTO TEPIC!
ATTE
LA MAS PRECIOSA TEPIQUEÑA JAJAJAJ!
Primeramente saludarlos, soy de Tuxpan Nayarit Mexico, meda gusto que gente de nayarit triunfe en europa como ustedes. yo tengo 23 años radicando en Cihuatlan jalisco Mexico.
Era mi primera vez que probaba la comida mexicana q me encanto y no podia haber escogido otro restaurante mejor,es un restaurante nuevo muy bien decorado, es pequeñito pero muy acogedor, el trato del personal es excepcional, la comida muy bien elaborada y presentada, el precio esta muy bien, no es el tipico bar-restaurante(barato)pero no es caro.
Habia leido que las mesas estaban muy juntas anes de ir al restaurante, la verdad que tenian q quitar alguna para estar mas comodo, pero yo fui un domingo a cenar y se estaba d lujo no habia nada de agobios.
Lo recomiendo para pasar una noche sobre todo con tu pareja ya q es un sitio q Sorprende.Ah!!!! los cokteles buenisimosssss¡¡¡ Hay que probarlo para terminar la cena.
me encanta tu ambiente y el montaje de los platos ………….felicidades manda tu correo……………………………….chauuuuuu.
…………………………
para mi solo esta bien el local con su decoracion pero la comida….. Deja mucho que desear
El Mole Poblano que se usa en las “enmoladas” (valga la redundancia) es para paladares acostumbrados a las especies.
Algunos de los ingredientes que lleva esta deliciosa “salsa” son: pimienta, canela, clavo, sal, chocolate, chiles varios (pasilla, mulato, chipotle, ancho), frutos secos (almendras, pasas, sesamo), cebolla, ajo, pan, tortilla de maiz, manteca, etc…..
Si no les gusta, no importa chicos… Dejenoslo a los mexicanos!
Por cierto, Mexico esta en NORTEamerica, no en centroamerica. (Por eso forma parte del NAFTA: North American Free Trade Agreement). Y la Crema Agria o Crema Acida es como la nata espesa pero con un toque acidito, no tiene nada que ver con la mayonesa.
Otra cosa, no confundan las enchiladas con las flautas, que por algo tienen un nombre distinto y si, la base de la alimentacion mexicana en su origen es: tortilla de maiz, frijoles y chile. Si quieren algo mas gourmet vayan a Mexico D.F. a la Hacienda de los Morales o al San Angel Inn. De por si, ingredientes “gourmet” mexicanos son la flor de calabaza y el huitlacoche que si tienen en el rest. Tepic en Chueca. Ya me dieron ganas de ir… gracias por la resenia!!!
o puede faltar algún que otro guiño a las peculiaridades áridas de este país centroamericano.
solo una cosa mexico no es centroamerica, es un comentario sin importancia, pero las cosas hay que llamarlas por su nombre, luego hay malos entendidos
saludos
Gracias por detectar la errata (o no) geográfica ces-mex. Espero que te satisfaga la corrección y que nadie se pierda ahora buscando los Estados Unidos Mexicanos (el nombre oficial del país tal y como indica su Constitución).
Parece ser que por una parte unos organismos reconocen la República Federal como parte de Centroamérica (ONU) que, a su vez, viene englobada como una zona de Norteamérica y otros lo mencionan como perteneciente únicamente al área más septentrional (NAFTA o TLCAN) sin especificar más detalles. Quizás la confusión provenga de que históricamente los estados de Oaxaca, Chiapas, Tabasco y Veracruz se han considerado de forma habitual pertenecientes a América Central mientras el resto atendían a distintas opiniones. Por otra parte, consultando enciclopedias de Internet (Wikipedia), se aporta una definición basada en accidentes geográficos. No es mi intención ni creo que deba dedicarme a clarificar ni crear nuevas fronteras, así que espero haber proporcionado la suficiente información para que cada cual pueda crear su propio juicio y/o opinión.
Saludos.
He ido a cenar y comer varias veces al Tepic…Tengo que decir que a mi me gusto mucho no solo por la decoraración muy moderna, sino por la calidez y cercanía de la gente.
De la comida, puedo decir que está muy buena. He probado los panuchos yucatecos y los tacos al pastor…Muy buenos.
Hola, soy mexicana y quisiera dar mi opinión sobre Tepic…confien en mi comentario que puedo decirles que como mexicana les dire que tan acertados con la comida pueden ser!
La atención fue genial, y no por nada pero son chicos mexicanos y los mexicanos en la mayoría de sus casos somos gente muy simpática y amable, los meseros nos hacían platica,reían y creo que eso se agradece mucho para volver a un sitio.
Llegamos sin reservación y super “buena onda” (muy buena gente) nos dejaron como en lista de espera pero comenzaron a mirar su lista y nos dieron mesa.
Nada arrogantes, muy buena gente todos en general.
De la comida no se decepcionaran por nada, todo es muy parecido, porque en muchas ocasiones como el “sí señor” son restaurantes que no se parecen nada ni en poco a la comida mexicana, encima de ser caro, la comida es muy muy mala.
Para empezar nos dieron un aperitivo de caldo de camarón que aquí son gambas.RIQUISIMO! y no lo cobraron.
La comida esta bien servida, es un plato con el que quedar satisfecho.
el servicio rapido, no te dejan esperando las horas entre plato y plato.
Nosotros ya no llegamos al postre porque estabamos bastante satisfechos.
Y están al pendiente de recomendarte platos y regalarte una sonrisa.
No duden en ir, la comida es muy similar y muy buena.
Les recomiendo el típico “Huarache” de ternera con chorizo que es delicioso y no viene en la carta.
mi esposo es español y le encanto el “huarache”.
El lugar es muy bonito, es muy acogedor lo de las mesas puede parecer que esten muy juntas pero se esta muy agusto.
En general me parecio que de los varios a los que he ido esta en mi top de los mexicanos en madrid.
Buen precio también la calidad de la comida lo vale.
Nos gastamos mas o menos lo que habían comentando aqui como unos 23 euros por persona.
pero si quieres puede ser menos porque tmb se comparten los platos y quedas satisfecho
Un saludo
sensacional la deco, muy buen gusto…
Fuimos el sábado mi marido y yo y me encantó.
Presumo de conocer bien Mexico y su gastronomía, y tengo que decir que es bastante proximo a lo que puedes comer en Mexico.
La decoración me gustó mucho , como servian los platos, y la atención de los camareros, muy similar a las formas mexicana, y que aveces se hechan de menos en España.
Probamos las enmoladas, y el mole nos encantó , no como en otros sitios, era un mole muy rico, se notaban bien los matices del chocolate.
Comparto la critica del precio delo spostres, tomamos un pastel tres leches, y estaba muy bueno pero el precio exagerado.
Sin duda volveremos.
Atención realmente muy buena, amables y “entendibles” para los que no somos mexicanos, pero sin perder la gracia de los mexicanos…
La comida muy buena…los tacos al pastor son mi preferidos y las tortas que están buenísimas!!! (no están en la carta).
A mi me encanta este sitio. La decoración es espectacular pero la comida también. Es verdad que el picante está suavizado pero tienen muchas salsas adicionales (de chile manzano, habanero…etc) Más no se puede pedir. El tema es que hay que pedirlas.
Comida excelente y sabor mexico. Siento no compartir algunas críticas pero es que no se puede comparar la crema agria con la mayonesa, porque entoncés no te gustará. Si vas te tiene que gustar la comida mexicana o pedir lo menos impactante…Noticia: ahora tienen guaraches…
Nada recomendable
antes de acabar el dichoso turno nos dijeron que nos teniamos que ir y mientras nos traian la cuenta se llevaron los margarita que aun no habiamos terminado para echarnos de alli.
No habia aire acondicionado y la comida, para lo que costó no merecia la pena…
no vulvo
hola buen dia yo quiero hacer en especial puros buenos comentarios del restaurante tepic en chueca, madrid, comi excelente la atencion muy buena yo soy de mexico fui al evento el año pasado a zima 08 y me di una vuelta por chueca y me dio tanto orgullo ver un pedacito de méxico en madrid en tan preciosa ciudad y maravilloso pais a los mexicanos nos quieren mucho como nosotros a los españoles gracias por sus atenciones quisiera regresar pero no he podido me esforzare por que tengo que volver a vivir esa inigualable experiencia en madrid los amo bye
¡Un tex-mex fuera de lo normal!!! Lo más impactante es la decoración y la iluminación del restaurante, pero todo en él nos resultó estupendo, la comida, la atención y el ambiente agradable.
Todos y cada uno de sus platos resultan sorprendentes, nada de rutina gastronómica.
Y aunque la gente que lo lleva sea jóven saben llevarlo a la perfección y ofrecernos un servicio cuidado y exquisito!!!
Hola. Hoy hemos estado mi hijo, mi mujer y yo en este estupendo restaurante mexicano (QUE NO TEX-MEX, que quede claro). Toda nuestra estancia ha sido perfecta, tanto en ambiente, como en trato, como en los platos en sí. Mi mujer es mexicana, y yo ya voy conociendo su cocina poco a poco cuando vamos a visitar a la familia allá al otro lado del charco. Todo esto es para explicar que éste es el restaurante de cocina mexicana más auténtico de todos los que hemos recorrido en España (y no son pocos). Todos y cada uno de los platos que nos sirvieron han sido reflejo fiel de la verdadera cocina mexicana. Para empezar nos dieron un aperitivo de tinga sobre tartaleta frita de maiz que estaba para chuparse los dedos. Unos tacos de cochinita pibil (que estaban fuera de carta) deliciosos, también comimos guarache, tacos al pastor y queso fundido con chorizo. El peque unas quesadilla al pastor. Todos estaban DE LI CI O SOS y bastaste fieles a los originales de allá. Acompañamos con un par de Coronitas y un par de Tecates (cerveza muy muy rica). Para terminar, unas crepas de cajeta (de la de verdad, no de dulce de leche, que no es lo mismo) y unos cafés de olla como los de la madre de mi mujer. Y unas piñas coladas en un copón bien grande.
Todo ello nos ha salido por 96 euros. Por tanto, no es barato, pero como digo es el mejor mexicano pero de largo. A quien le guste la comida mexicana auténtica es un pecado que no vayan a conocerlo. A quien le guste el tex-mex…. en fin, quizás no sea lo que les convenga (y lo digo por cucharete y compañía). Para mí y para mi mujer, totalmente recomendable y volveremos segurísimo.
Un saludo.
La comida no está mal, pero os sugiero que comáis rápido.
Habíamos reservado en el segundo turno de cenas, a las 11:00 y después de esperar 30 minutos, por fin conseguimos que nos dieran mesa, no sin que antes los “amables” camareros hubieran obligado a levantarse de la mesa a un grupo de chicas que estaban tomando unas margaritas que les acababan de servir. Mal presagio para lo que acontecía.
Se nota que tenían prisa por irse a casa porque desde el principio nos agobiaron trayendo platos a toda prisa y retirándolos con igual o más premura. Al final, fuimos víctimas de un acoso que culminó con una fila de camareros, 5 nada más y menos, a escasos metros de nuestra mesa y que sin mediar palabra nos miraban fijamente, situación bochornosa que obligó a que nos levantáramos con bastante malestar.
En definitiva, una mala organización a la hora de gestionar reservas y turnos, unida con un trato bastante deficiente por parte de los camareros que, por el bien del local, parece que debería de ser tenido en cuenta por parte de la gerencia si no desean perder más clientes.
Un cordial saludo desde TEPIC (que significa lugar de “piedra dura”) es un orgullo saber que un Restaurant ubicado en Madrid, lleve el nombre de nuestra bella capital de Nayarit. Ojala y los dueños sean igualmente por lo menos oriundos de por acá. Nayarit es un estado rico en cultura y no se diga en gastronomía, por soló mencionar algunos de nuestros platillo más tipicos estan : el pescado sarandeado, los chicharrones de pescado, los camarones tixtihuil, camarones en aguachile, las albóndigas de camaron….y muchas delicias más.
Felicidades y espero un día tener el gusto de visitarlos….